Analista: Maduro está decidido a mantenerse en el poder, por lo que la apuesta es a largo plazo
Brian Winter planteó la idea de "tratar de seguir negociando, vivir para negociar otro día, con la esperanza de que las condiciones dentro de Venezuela cambien a través de protestas".
Ya que, según explicó, "ningún país extranjero puede tener mucha influencia para cambiar una situación como esa", ni siquiera sus aliados Brasil y Colombia.
"Es muy difícil que un país en el extranjero tenga algún efecto positivo, sea cual sea la estrategia", ahondó Winter.
El analista político Brian Winter aseguró que en el corto plazo no habrá ningún cambio en Venezuela, porque Nicolás Maduro "quiere mantenerse en el poder, sea cual sea el costo", por lo que precisó que "la apuesta aquí es más a mediano y largo plazo".
En conversación con Cooperativa, el editor en jefe de la revista Americas Quarterly planteó la idea de tomar una "salida a la brasileña" al conflicto en Venezuela, es decir, "un poco más paciente, buscando cierto diálogo, tratando de no entrar en confrontación directa con Maduro", ya que la estrategia "a la americana", con sanciones y reconociendo un gobierno "más legítimo", con Juan Guaidó a la cabeza, no funcionó.
Ésta última, explicó, "produjo daños colaterales, como un empeoramiento en la crisis económica en Venezuela, y también cuando esos gobiernos (que reconocieron a Juan Guaidó) quisieron dialogar con el gobierno de Maduro, les resultó más difícil".
"Me parece que la apuesta de Brasil y Colombia es tener una estrategia menos confrontativa", indicó Winter, quien precisó que, especialmente con Brasil, existe una "relación constructiva a nivel diplomática y también comercial", pero valoró que el gobierno de Lula ha tenido una "honestidad intelectual" en los últimos días al no reconocer el fraude electoral.
"El gobierno brasileño y el gobierno colombiano siguen, a pesar de su posición de amistad con Maduro, siguen abogando por la publicación de los resultados de los votos, acta por acta", resaltó.
Pese a todo lo anterior, lamentó que esta postura "no creo que tenga ningún efecto de corto plazo porque Maduro está decidido, quiere mantenerse en el poder, sea cual sea el costo. Yo creo que la apuesta aquí es más a mediano y largo plazo. Es tratar de seguir negociando, vivir para negociar otro día, con la esperanza de que las condiciones dentro de Venezuela cambien a través de un movimiento popular de protesta".
"La idea de fondo aquí es que ningún país extranjero puede tener mucha influencia para cambiar una situación como esa", ya que cuando Maduro "cierra las puertas al mundo, especialmente al mundo democrático, y opta por un camino de la represión y está dispuestos a tolerar cualquier aislamiento o daño económico", por lo que "es muy difícil que un país en el extranjero tenga algún efecto positivo, sea cual sea la estrategia".