El "turismo inverso" de los Juegos Olímpicos se pone de moda en Xiamen

Mientras los ojos del mundo están puestos en los Juegos Olímpicos de París 2024, un fenómeno curioso está ocurriendo en China. Una creciente tendencia de "turismo inverso" ha llevado a un aumento significativo de visitantes franceses a la ciudad costera de Xiamen, que se está posicionando como uno de los destinos más atractivos para los turistas durante la temporada olímpica.

Este auge del turismo inverso ha sido impulsado en gran parte por la política de exención de visado de China, que permite a los turistas extranjeros una estancia de 144 horas sin necesidad de visado en 37 puntos de entrada al país. Desde la implementación de esta medida en julio, las reservas de turistas franceses para visitar China durante los Juegos Olímpicos han experimentado un aumento del 72% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos de la plataforma de viajes Ctrip.

Xiamen, conocida por su hermoso paisaje insular, su rica herencia cultural y su ambiente acogedor, se ha convertido en uno de los destinos preferidos, junto con Shanghái, Pekín, Cantón y Chengdu. En respuesta a esta creciente demanda, Xiamen Airlines ha incrementado sus vuelos directos entre Xiamen y París, con cinco frecuencias semanales de miércoles a domingo. Esta conexión no solo facilita el viaje de los turistas chinos hacia París, sino que también atrae a un creciente número de turistas franceses y europeos interesados en descubrir el "París oriental", como ya empiezan a llamar a Xiamen.

Durante los Juegos Olímpicos, Xiamen ha desplegado una oferta turística con un toque francés, diseñada especialmente para estos visitantes. Las empresas turísticas locales han lanzado paquetes que combinan alojamiento en hoteles de estilo francés a lo largo de la Línea Romántica de Huan Dong, con experiencias gastronómicas auténticas en la famosa calle del café de Guanren Road. Además, los turistas pueden disfrutar de representaciones artísticas francesas en los principales teatros de la ciudad, como el Gran Teatro Minnan y el Teatro Jiageng.

Esta estrategia ha resultado en una simbiosis perfecta entre las culturas china y francesa, ofreciendo a los visitantes una experiencia de "romanticismo francés" sin salir de China. Muchos turistas han expresado que no es necesario viajar hasta París para sentir el ambiente romántico de la capital francesa, pues Xiamen ofrece una fusión cultural única que combina lo mejor de Oriente y Occidente.

Con esta oleada de turismo inverso, Xiamen no solo está reafirmando su posición como un destino turístico internacional de primer nivel, sino que también está destacando por su capacidad de adaptación y su hospitalidad, que la convierten en un imán para los turistas europeos durante los Juegos Olímpicos.