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"Presiones ministeriales": Salida de Isabel Amor desata tormenta en el SernamEG

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Autor: Cooperativa.cl

Por una supuesta "pérdida de confianza", la socióloga fue removida como directora regional en Los Ríos apenas dos días después de haber sido seleccionada vía Alta Dirección Pública.

Cree que el caso de su padre, condenado en un caso de DD.HH., es la razón: "A mi llegada, lo único que fue tema era eso", pero "yo no soy él".

La ministra Antonia Orellana justificó el despido en unas declaraciones "que no son comprensibles para una autoridad", presunta relativización que Amor niega.

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Isabel Amor Alfaro, quien antes de asumir en el SernamEG renunció a su cargo en el INDH, tiene temor sobre su futuro laboral a partir de ahora: "Quiero trabajar impactando en mejorar la vida de las personas, pero es inevitable preguntarme: ¿no voy a poder trabajar más en el sector público?".

Declaraciones cruzadas, tensiones y cuestionamientos ha dejado en el Gobierno la salida de Isabel Amor Alfaro, conocida activista por los derechos humanos y la diversidad sexual, de su cargo de directora del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) en la Región de Los Ríos, apenas dos días después de haber asumido, seleccionada a través del Sistema de Alta Direccióin Pública.

El lunes 5 de agosto, el SernamEG de Los Ríos informó la remoción de la socióloga aludiendo a una "pérdida de la confianza", justificación permitida en la normativa para revocar el nombramiento.

Lo cierto es que desde entonces las informaciones apuntan a la situación familiar de Amor, quien, antes de llegar al Ministerio de la Mujer, ejerció durante un año como jefa regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos en Ñuble. Y antes, fue la primera mujer lesbiana en ser directora ejecutiva de la Fundación Iguales.

Se trata del caso de su padre, Manuel Antonio Amor Lillo, médico y militar en retiro: en abril, la Corte Suprema confirmó su condena a tres años y un día de presidio como cómplice del secuestro calificado del ingeniero agrónomo Luis Corvalán Castillo, hijo del entonces secretario general del Partido Comunista Luis Corvalán Lepe, en septiembre de 1973, en los albores de la dictadura de Pinochet tras el golpe de Estado.

Corvalán Castillo estuvo detenido durante cerca de 10 meses, primero en el Velódromo del Estadio Nacional, donde fue sometido a torturas, y luego, tras su cierre como recinto de detención, en el campo de prisioneros de la exsalitrera "Chacabuco", en el norte del país.

"RELATIVIZA LA RESPONSABILIDAD DE SU PADRE CONDENADO POR DDHH"

La dirección nacional del SernamEG ahondó en los motivos ayer martes, a través de una declaración pública, donde puntualizó que "la pérdida de confianza en ningún caso tiene relación con el hecho de ser hija de un condenado, sino que obedece a sucesivas omisiones de información relevante y acciones por parte de esta profesional".

"Entre ellas, destacan no informar de las dificultades de su relación con agrupaciones de derechos humanos; la resistencia a asumir el diálogo con las asociaciones de funcionarios de SernamEG a nivel regional como parte natural del ejercicio del cargo; comentarios desafortunados relativos a la condena de su padre, expresados al conocer al equipo del Servicio que trabaja en la región de Los Ríos; a lo cual se suma el envío al Servicio -por parte de la ex directora- de una nota periodística que aún no era publicada, donde relativiza la responsabilidad de su padre, pese a existir una condena por violación de derechos humanos ejecutoriada en su contra, en el caso de Luis Corvalán Castillo", detalló.

Amor tachó el comunicado como "irrisorio" y fustigó: "Qué ordinariez más grande. Es válido equivocarse y enmendar, no así mentir".

La nota de prensa corresponde a una entrevista que dio Amor a la revista Sábado de El Mercurio, cuyo borrador ella había enviado a la institución antes de asumir el cargo, y que finalmente fue publicada el último fin de semana, con nuevas declaraciones de la profesional con su remoción ya consumada.

Al respecto, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, confirmó que el primer texto le fue enviado al equipo nacional del SernamEG, que dirige la trabajadora social Priscilla Carrasco, el 30 de julio, pero criticó que fue publicado con modificaciones este sábado.

"En dicha versión de la entrevista se incluían declaraciones respecto de delitos de lesa humanidad que, comprensibles para una hija, no lo son para una autoridad pública. Grande fue nuestra sorpresa al ver la versión editada, que fue publicada el pasado 10 de agosto, una semana después de la decisión de la directora nacional de Senameg de removerla por pérdida de confianza. Contrario a lo publicado en vuestro medio —sin consultar la versión del Servicio— que insinúa una hipótesis de discriminación 'por parentela', tal pérdida de confianza se debe no solo a tales dichos, sino a varios hechos disonantes con su inicial disposición durante el proceso de selección de Alta Dirección Pública (...) Por supuesto, tales modificaciones al texto forman parte de las libertades editoriales plenas del medio, pero nos parece importante señalar que no por editado lo dicho desaparece", expuso hoy Orellana en una carta a El Mercurio.

"Parece haber una confusión en la carta de la ministra Orellana", replicó la redacción del matutino, relatando que "Isabel Amor aceptó por primera vez conversar con el periodista de Sábado en junio de este año, cuando ella aún trabajaba en el INDH y estaba siendo objeto de fuertes críticas en las redes sociales luego de conocerse la ratificación de la condena judicial contra su padre".

"De ese primer diálogo surgió un borrador —al que parece aludir la ministra—, el cual no fue nunca publicado y al que siguieron nuevas conversaciones con la entrevistada. En ese mismo período, Isabel Amor fue seleccionada —luego de postular vía ADP— para un nuevo puesto en el Servicio Nacional de la Mujer de Valdivia, adonde se trasladó. Fue después de ello que, al hablar una vez más con el periodista en relación con la entrevista, le contó que había sido despedida 48 horas después de asumir sus nuevas tareas, luego de que les informara a sus superiores respecto del texto en cuestión. Naturalmente, este cambio abrupto de circunstancias, cuya relevancia pública es evidente, obligó a actualizar y formularle nuevas preguntas, incorporando el episodio de su exoneración y su reacción al respecto. Tal es el texto que fue publicado el sábado pasado", explicó el diario.

LA ENTREVISTA DE ISABEL AMOR: "EL ÚNICO TEMA ERA MI PAPÁ"

En la mentada entrevista, Isabel Amor repasó la relación con su padre, a quien describió como "cariñoso" con ella, pero de quien se fue distanciado con el tiempo: "Por motivos políticos, después por mi lesbianismo".

También contó el "shock" que sintió cuando, en 2017, conoció la sentencia de primera instancia contra su progenitor. "Era algo que no esperaba y que no estaba lista para procesar", dijo, al recordar la primera vez que lo vio preso en una cárcel militar.

Pero hizo hincapié en que "lo condenaron porque él declaró, como corresponde, que sí sabía de la barbarie que se vivía en el estadio y no lo denunció". Por ello, puntualizó, "no sé qué espacio de duda podría tener yo respecto a su culpabilidad".

Amor asegura que antes de ingresar al INDH ya había transparentado el proceso judicial de su progenitor, pero después, tras hacerse público el fallo confirmatorio en abril, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos expresó su molestia porque supuestamente no le había informado y pidió su destitución. Ante eso, valora que la directora del Instituto, Consuelo Contreras, "tuvo una postura súper clara e invariable: despedir a alguien, motivados por su vínculo filial, es discriminación".

De todos modos, reconoció que los reclamos de la AFDD "siempre me parecieron entendibles: hay personas que han sufrido mucho, con familiares que raptaron y torturaron, algunos de ellos no los volvieron a ver". Sin embargo, "siempre he tenido la misma postura de rechazar las violaciones de DD.HH., dando muestras amplias de aquello. Yo no soy mi padre", enfatizó.

En ese sentido, Amor cree que la "pérdida de confianza" se debe a su situación familiar. Esto porque, sostiene, cuando le contó del caso judicial a la directora nacional del SernamEG, Priscilla Carrasco, "no le pareció complicado que tuviese un padre condenado, lo que me hace pensar que mi salida se relaciona a presiones de más arriba, a nivel ministerial".

"De lo contrario, no tiene sentido que alguien tenga tu plena confianza, pasen dos días y ya no la tenga", cuestionó.

"A mi llegada, lo único que fue tema era lo de mi papá. De cómo, a quién y cuándo lo exponía. Traté de explicarles que es fundamental que la gente supiera de mi situación y de mi postura. Ser hija de un condenado por motivos de DD.HH. hace que las personas piensen que tengo una postura confusa, pero en materias así de grave, no se pueden aceptar medias tintas", recapituló.

A partir de ahora, tras su bullada remoción, teme que se le cierren las puertas laborales en el ser vicio público. "Eso me genera mucho terror. Quiero trabajar impactando en mejorar la vida de las personas, pero es inevitable preguntarme: ¿no voy a poder trabajar más en el sector público? ¿Esto no se va a terminar nunca?", lamentó.

Durante estos días, la socióloga también ha manifestado su indignación a través de redes sociales. "Yo no he relativizado nada. Hay sentencia firme y ejecutoriada. Más certeza jurídica no se puede tener", reafirmó en un tuit.

En otro mensaje, con sarcasmo, se refirió al recientemente conocido embarazo de la vocera de Gobierno, Camila Vallejo: "Mi señora también tiene fecha para febrero, ministra. Ojalá su empleador le dé un trato distinto que el que le dio a mi familia", emplazó Amor, post que dijo haber sentido "vergüenza" de escribir, pero que atribuyó a que su "impotencia es infinita".

LA PREOCUPACIÓN DEL CONSEJO DE ALTA DIRECCIÓN PÚBLICA

También se sumaron a estas discusión Bettina Horst; Maria Pía Martin; Cristina Orellana y Eduardo Riquelme, integrantes del Consejo de Alta Dirección Pública.

"Manifestamos nuestra preocupación frente a la desvinculación de la señora Isabel Amor Alfaro del cargo de directora regional de Los Ríos del SernamEG. El Consejo hace presente que el respectivo proceso de selección, en lo que compete al Sistema de Alta Dirección Pública ha cumplido de manera estricta con la normativa y los principios que rigen a una política pública creada para dar garantías de idoneidad y mérito en la provisión de cargos directivos", comentaron en una carta a El Mercurio.

Y aunque "la remoción de directivos ADP por motivos de confianza es una facultad legal de la jefatura del servicio, su uso está siempre sujeto al escrutinio público", apuntaron.

En este contexto, "resulta fundamental mantener la confianza que por 20 años se ha sostenido en el sistema de selección de Altos Directivos Públicos, el que ha aportado de manera sustantiva a la profesionalización del sector público", concluyeron.