Kiev pretende usar su control en Kursk para forzar a Putin a acabar la guerra
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció que tiene previsto presentar a su homólogo estadounidense, Joe Biden, un plan para poner fin al conflicto.
La iniciativa delineará las medidas de presión diplomática contra Rusia y el papel que desempeñará Ucrania en la arquitectura de seguridad internacional.
Rusia sigue con avances modestos -pero constantes- desde hace casi un año, al tiempo que las tropas ucranianas se consolidan en Kursk.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sigue perfilando su estrategia para lograr una paz aceptable para su país recurriendo a la presión diplomática internacional sobre Rusia, y anunció que presentará en septiembre al presidente de EEUU, Joe Biden, un plan en este sentido que tiene entre sus pilares la operación que llevan a cabo las tropas ucranianas en el óblast ruso de Kursk.
Según declaró este martes del jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, Kiev controla en Kursk un centenar de localidades y cerca de 1.300 kilómetros cuadrados de territorio conquistado desde que fuerzas mecanizadas ucranianas cruzaran la frontera el pasado 6 de agosto en una operación sorpresa sin precedentes.
"Plan para la victoria"
El llamado "plan para la victoria" delineará, según Zelenski, las medidas de presión diplomática contra Rusia y el papel que desempeñará Ucrania en la arquitectura de seguridad internacional, además de incluir un componente económico. La iniciativa podría ser abordada en la cumbre internacional para poner fin a la guerra, que Kiev espera celebrar antes de final de año con la presencia de Rusia.
"¿Está la operación de Kursk relacionada con la segunda cumbre de paz? Sí, porque la operación de Kursk es uno de los puntos del plan de Ucrania para la victoria", dijo Zelenski sin dar más detalles durante una rueda de prensa con decenas de periodistas ucranianos y extranjeros celebrada este martes en Kiev.
Zelenski adelantó que, además de a Biden, el citado documento les será entregado a los dos candidatos a sustituir al actual inquilino de la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de EEUU que tendrán lugar en noviembre, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
Sobre la conveniencia de que Rusia participe en la cumbre por la paz que prepara Ucrania -que no invitó al Kremlin a la primera edición de esa cita, celebrada a mediados de junio en Suiza-, tanto Zelenski como el jefe de su oficina, Andrí Yermak, se pronunciaron categóricamente a favor.
Implicar al Sur Global
Según el presidente, la ausencia de Rusia de la segunda cumbre podría llevar a muchos países del llamado Sur Global que ya pidieron que Moscú estuviera presente en la primera a no enviar representantes, comprometiendo las aspiraciones ucranianas de obtener el mayor respaldo internacional posible a su propuesta para acabar con el conflicto.
Por su parte, Yermak esbozó la forma en que Kiev espera forzar al presidente ruso, Vladímir Putin, a bajar las armas en términos que la administración de Zelenski pueda aceptar en la mesa de negociaciones.
"¿Sería posible ignorar un plan firmado por un centenar o más de países si India, Arabia Saudita, China o Brasil lo firman? ¿Sería posible para un país agresor que depende en gran medida de ellos?", dijo Yermak en un panel con otros dirigentes ucranianos celebrado en el mismo hotel de Kiev en el que después comparecería Zelenski.
El jefe de la oficina presidencial ucraniana también adelantó que la segunda cumbre de paz tendrá lugar en un país del llamado Sur Global, en un intento de atraer más apoyos al plan que presente Kiev entre aliados tradicionales de Rusia que siguen teniendo influencia sobre el Kremlin.
Avances costosos en el este
Respecto de la manera en que la pérdida de parte de Kursk debilita a Rusia, Zelenski afirmó que el hecho de que Putin siga priorizando los avances de sus tropas en el este de Ucrania sobre la recuperación de su propio territorio ayudará a ver a los países del Sur Global que el Kremlin no libra una guerra defensiva contra Kiev y busca, en cambio, destruir la nación ucraniana.
Zelenski invocó el alto número de bajas y pérdidas materiales con que los rusos pagan sus avances en la región ucraniana de Donetsk para argumentar que la prolongación en el tiempo de su guerra contra Ucrania les hará más vulnerables a posibles nuevas operaciones como la de Kursk contra otras partes de su territorio.
Mientras la estrategia de Ucrania para cerrar esta guerra en sus términos va tomando forma, ambos bandos continúan combatiendo en el este, donde Rusia logra avances modestos pero constantes desde hace casi un año, al tiempo que las tropas de Kiev se consolidan en Kursk.
El toma y daca prosigue también en las respectivas retaguardias, con Ucrania golpeando refinerías y aeródromos militares rusos y Rusia lanzando nuevos ataques contra el sistema energético ucraniano, que sufrió este lunes uno de los peores bombardeos de los últimos meses.