"Todos le advertimos": Habla hija de chilena asesinada en Brasil
El sospechoso llevaba cuatro días en el departamento de Camila Nazir.
Camila Andrea Nazir Salinas, una chilena de 51 años, fue asesinada por un indigente en Florianópolis, Brasil, el pasado lunes 16 de septiembre.
La mujer, que vivía hace cinco años en Brasil con su hija, conoció a un hombre uruguayo que vivía en la playa, y lo llevó a su casa para ayudarlo luego que él le dijo que padecía una enfermedad terminal.
Según explicó la hija de Nazir, Josefa Lastarria, a 24 Horas, la madrugada anterior al asesinato de su madre los vecinos escucharon discusiones en el inmueble, "probablemente porque mi mamá se imponía y no dejaba que la pasaran a llevar o le dijeran algo".
Posteriormente, la mujer fue encontrada sin vida en su departamento por el conserje del edificio, a quien le llamó la atención ver a los perros de la víctima fuera del domicilio.
"Conoció a este tipo en la playa. Era un vagabundo que vivía en la calle y ahí mi mamá hizo amistad con él. Le dijo a mi mamá que tenía un tumor cerebral y ahí mi mamá cayó en la labia de él. Lo quiso acoger en la casa y le dio alimentos", explicó Lastarria.
El sospechoso llevaba cuatro días en el departamento de la mujer al momento del homicidio y, según las investigaciones, fue la última persona vista saliendo del lugar del crimen con algunas pertenencias de su víctima.
"Él se llevó el celular mi mamá. Él me mandó mensajes desde el celular de mi mamá y yo lo notaba extraño porque escribía con faltas de ortografía. Yo le dije a mi mamá y le advertí; a mí me daba 'mala espina', le dije que era mentira lo que él decía. Todos le advertimos que cómo andaba con él y cómo lo metió a la casa", aseguró la hija de Nazir.
Tras días de investigaciones, la policía local logró detener a Alejandro Techera cerca de la frontera con Uruguay, y actualmente se encuentran realizando las diligencias para determinar la motivación detrás del homicidio.
La familia de Nazir viajó hasta Brasil y actualmente se encuentran a la espera de poder repatriar el cuerpo con ayuda de Cancillería.