En medio de denuncias por crueldad, EEUU ejecutó a un tercer preso con nitrógeno
Carey Dale Grayson fue condenado a asfixiarse con el gas y morir tras asesinar a Vickie Deblieux, mujer cuyo cuerpo fue hallado mutilado en 1994.
Un día antes de la ejecución, expertos de la ONU advirtieron que el método produce "graves sufrimientos" y constituye "un trato degradante e inhumano".
Los especialistas aludieron al caso de Kenneth Smith, primer ejecutado con nitrógeno, quien "tardó más de 20 minutos en morir y se retorció y convulsionó en la camilla".
Las autoridades penitenciarias de Alabama realizaron este jueves la tercera ejecución con nitrógeno que se ha efectuado hasta ahora en Estados Unidos; un método controvertido porque, según especialistas médicos internacionales, produce "graves sufrimientos" antes de la muerte.
La ejecución corresponde a la de Carey Dale Grayson -hombre de 50 años condenado en 1994 por el asesinato de una mujer cuando tenía 19 junto a otros tres jóvenes-, ocurrida en la prisión William C. Holman (sur de Alabama).
Sin embargo, un día antes de su muerte, expertos de Naciones Unidas pidieron en Ginebra que la hipoxia de nitrógeno (asfixia con este gas) sea prohibida "de forma urgente".
Este grupo de especialistas ya había denunciado los graves sufrimientos que padeció Kenneth Eugene Smith, otro condenado a muerte por asesinato desde hace más de tres décadas, cuando fue ejecutado en enero pasado mediante la colocación de una máscara sobre su rostro para administrarle nitrógeno en lugar de oxígeno para respirar.
Según los expertos, Smith -primer condenado a muerte con el que se usó este método alternativo a la inyección letal- "tardó más de 20 minutos en morir y se retorció y convulsionó en la camilla" tras ser obligado a respirar únicamente nitrógeno, lo que privó a su cerebro y resto de tejidos de oxígeno y le ocasionó la muerte.
Gestos obscenos antes de morir
Medios locales informaron este viernes que Grayson hizo gestos obscenos antes de morir. Unas horas antes, la Corte Suprema rechazó una petición para que detuviese su ejecución hasta que se tuviera más información sobre el uso del nitrógeno con este fin.
El ahora ejecutado fue condenado en 1994 junto a otros tres adolescentes por la muerte de Vickie Deblieux, una mujer de 37 años que estaba en una carretera de Alabama para visitar a su madre en Luisiana.
Según la sentencia, los cuatro adolescentes, que viajaban en un automóvil por esa carretera, se ofrecieron a llevar a Deblieux, de la que no volvió a saberse hasta que su cuerpo mutilado fue hallado en febrero de 1994 en el fondo de un barranco.
Grayson fue el único de los cuatro que fue condenado a muerte, ya que los otros adolescentes eran menores de 18 años en el momento del asesinato.
"Prohibir la tortura o el trato cruel es algo absoluto"
"Insistimos en que la prohibición de la tortura o de las penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes es absoluta, nunca aceptable y no depende de alternativas", añadieron los expertos de Naciones Unidas en un comunicado publicado el miércoles en Ginebra, para pedir que no se use nitrógeno para asfixiar a los condenados a muerte.
El caso de Grayson, quien padeció un trastorno bipolar en su juventud, evidencia también la "falta de asistencia letrada efectiva", así como de adaptaciones procesales que garanticen un juicio justo en causas penales contra personas con discapacidad intelectual y psicosocial, según los expertos.
En lo que va de 2024 han sido ejecutadas en Estados Unidos 22 personas, todas del género masculino, y de ellas diez eran de raza blanca, nueve de raza negra, dos latinos y una indio americano.
De la cifra total, en Alabama han sido seis los ejecutados este año: tres de ellos con nitrógeno, según el Centro de Información de la Pena de Muerte.