Mario Salas: El futbolista chileno entrena mucho y juega poco

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Cooperativa.cl

El entrenador, actualmente sin club, conversó con Cooperativa Deportes.

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Mario Salas, exentrenador de Ñublense, conversó con Cooperativa Deportes y repasó la actualidad del fútbol nacional, además de dar su mirada al fin de su periodo al mando del equipo chillanejo.

"Con todo este avance futbolístico de estar abierto a la tecnología, con los GPS y lo audiovisual, uno como técnico se ha tenido que adaptar. Sin duda son mejores", señaló.

De todas formas, destacó que "cuando llega el momento de decidir, para mí sigue siendo lo más importante el tema futbolístico, cómo veo al jugador en ese momento".

Respecto a las falencias del balompié criollo, dijo: "Siento que hay dos cosas. En el tema formativo, en general no se desarrolla a los jugadores como debe ser. La intensidad tiene que ver con todos los temas del fútbol, no solo lo físico".

"De repente el jugador tiene una actitud de 'que me entreguen todo'. Deja de ver fútbol; en nuestra época era impensado, ahora es distinto. En el tema formativo tenemos un déficit muy grande. Hasta que tengamos la conciencia de que ahí está la base y ahí hay que meter las lucas, esto va a persistir por mucho tiempo", sumó.

"Nuestro campeonato es muy deficitario. En Chile se juega muy poco. Este año se jugó un poco más con la ida y vuelta de Copa Chile, pero hay que hacer que se juegue más", añadió.

En esa línea, expresó que "el futbolista chileno entrena mucho y juega poco. Deberíamos tener más estas situaciones de juego reales, que son las que permiten mejorar el rendimiento. Para mí, el campeonato chileno tendría que ser modificado".

El adiós a los "Diablos Rojos"

Sobre su adiós de Ñublense, Salas dijo que "me toma bien. No esperábamos la salida, porque se había logrado el objetivo propuesto de entrar a copas internacionales.

"Teníamos ganas de quedarnos, pero el contrato terminaba y la dirigencia debe haber tenido sus razones para no prolongarlo", expresó.

"Tan agradecidos como siempre de ellos, el hincha de Ñublense y la ciudad, que nos dio un año hermoso. Ojalá que más adelante en el tiempo podamos juntar nuestros caminos, pero ha sido un año muy lindo", complementó.

El "Comandante" destacó que "la vida nos ha dado las posibilidades de vivir los dos sabores: El dulce de la victoria y el amargo de la derrota" y "he logrado entenderlo de forma muy sabia.

"Uno cae en una soberbia que lleva a creerte más de lo que eres y que todo pasa por tí. Eso lleva a pegarte costalazos y golpes bastante fuertes. Me lo tomo con el equilibrio y tranquilidad que corresponde, con paz. Lo tomo como viene, trato de seguir aprendiendo", prosiguió.

Salas admitió que con los chillanejos "todo nuestro año fue muy irregular. El equipo tenía una forma de jugar que me gustaba, pero fuimos irregulares, incluso en el mismo partido y en lo de mantener rachas".