Propuesta de reforma al sistema político levanta debate entre parlamentarios
Representantes de Chile Vamos, el Partido Socialista y el PPD están detrás de la iniciativa.
Amarillos y Demócratas disparan contra la idea, mientras la DC tiene su propio proyecto.
Un importante debate se produjo en el Congreso Nacional luego de que un grupo transversal de senadores presentara un proyecto de reforma al sistema político, para el cual busca el respaldo del Gobierno, en medio del ciclo electoral y el último año de la administración del Presidente Gabriel Boric.
Representantes de los Renovación Nacional, UDI y Evópoli (Chile Vamos) más parlamentarios del Partido Socialista y el Partido por la Democracia (PPD) se encuentran detrás de la propuesta que busca reformar tres elementos:
Primero, mandatar al Servel que cada 10 años haga una redistribución de números de diputados por distrito, según las variaciones demográficas. Pero, sin modificar el número total de parlamentarios.
Segundo, exigir que un umbral de al menos el 5% de los votos a nivel nacional en la elección para que los partidos tengan derecho a representantes en la Cámara. Exceptuando a aquellos que obtengan 8 representantes. Asimismo, se propone una norma transitorio para que el 2025, primer año, sea con al menos el 4 por cierto.
Y por último, la cesación de cargo de parlamentario a quienes renuncien al partido que lo inscribió como candidato. Con el fin de evitar la atomización y a "díscolos".
El senador Ricardo Lagos Weber (PPD), uno de los impulsores, precisó que "todos los analistas, todos los estudios, demuestran que el sistema electoral nuestro hoy en día apunta a atomizar la toma de decisiones en el Congreso".
"Aquí no tocamos el sistema electoral proporcional corregido, que permite darle más aire a todas las ideas, pero sí nos va a permitir contar con algo menos atomizado, generando cierta disciplina partidaria para evitar que aquellos que son elegidos por un partido renuncien a este y renuncien, en consecuencia, a la representatividad. El Gobierno va a apoyar esto, no me cabe ninguna duda", sostuvo.
En esa misma línea, el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) declaró que "estoy en representación de probablemente una fuerza política que eventualmente, con esta misma reforma constitucional, no alcanzaría los porcentajes para su subsistencia.
"Incluso, ante la posibilidad de que fuerzas políticas como Evópoli pudieran no existir, tenemos también que hacer un esfuerzo precisamente para constituir fuerzas más amplias", reparó.
Amarillos por Chile: Una reforma política que no considere al centro no va a avanzar
Actualmente, en la Cámara Baja hay representantes de 16 partidos políticos y más de 40 diputados y diputadas independientes. Con bastante dispersión, varios partidos pequeños podrían verse amenazados.
En ese sentido, el diputado Andrés Jouannet (Amarillos por Chile) aseveró que "una reforma política que no considere al centro no va a avanzar ni va a pasar".
"Por tanto, si la izquierda y la derecha quieren seguir en esta disputa bipolar, instalado cada uno en sus trincheras y avanzar cada uno para, en definitiva, tener el poder un periodo uno y el poder otro periodo el otro sector, se equivocan", concluyó.
Por su parte, el diputado Miguel Ángel Calisto (Demócratas) reparó en que "podemos modificar el sistema político, pero hacerlo en este momento es improvisado, más bien es una reforma con un calculador en la mano".
"Con muchos partidos no es posible lograr acuerdos muchas veces en seguridad, en pensiones, en salud, en educación y por eso es necesario cambiar el sistema político. Nosotros hemos hecho nuestra propia propuesta y en este marco vamos a abrir las conversaciones", indicó el diputado Alberto Undurraga.
Igualmente, otros parlamentarios son más críticos y consideran la iniciativa de pésima, antidemocrática y una forma encubierta de volver al antiguo sistema electoral binominal.
Los parlamentarios promotores están pidieron el patrocinio del Gobierno, que se comprometió a abrir una mesa de conversación para recoger ideas y hacer su propia propuesta.
De todas formas, el Ejecutivo tiene pendiente presentar su propio proyecto de ley orgánica del sistema electoral para hacer efectivo el voto obligatorio.