Drogadicto "okupa" recibió cadena perpetua por brutal homicidio de adolescente

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Concepción condenó a presidio perpetuo calificado a un sujeto de 38 años identificado como Francisco Reinaldo Maturana Muñoz, tras declararlo culpable del brutal homicidio del adolescente Nicolás Esteban Paillán Martínez, ocurrido en 2022 en la comuna de Coronel, en la Región del Biobío.

Paillán, de 16 años de edad, desapareció alrededor de las 05:00 de la madrugada del 16 de abril de 2022, tras asistir a una discoteca llamada La Carreta, ubicada en Los Araucanos 1869.

"Pastabasero"

En el juicio se acreditó que, luego de salir del local, ingresó a un inmueble ubicado en la misma calle, donde se encontraba en condición de "okupa" Francisco Maturana Muñoz, quien pocos instantes después lo agredió sin compasión alguna.

La defensa planteó que, en las horas previas, Maturana había estado consumiendo pasta base, marihuana, cerveza y ron, y en esas circunstancias Paillán llamó a su puerta y entró sin ser invitado, "con un vaso, con una copa en cada mano", preguntando "dónde estaba la música, donde estaba la fiesta".

Agregó que el imputado -apodado "Goku" o "Gokuce"-, había sufrido abusos físicos y sexuales en su infancia, arrastraba un historial de adicción y dependencia al alcohol y las drogas, era un "policonsumidor", un "pastabasero", que había tenido además problemas con narcotraficantes y recibido, en este contexto, "balazos en las piernas". Que cometió el crimen, en definitiva, "confundido por la situación de la droga" (ver archivo adjunto).

En su sentencia, el tribunal establece que Maturana Muñoz, "sin provocación alguna, apuñaló al adolescente con un cuchillo en la frente y nuca, luego le amarró las manos contra la espalda y lo obligó a trasladarse a un sector al exterior de la vivienda, donde había una excavación".

"Una vez allí, introdujo a la víctima en su interior, para luego, y aprovechándose de que la víctima no tenía forma de defenderse, en forma alevosa y actuando sobre seguro, procedió en repetidas ocasiones a golpear(le) la cabeza (...) con un elemento contundente, herramienta de construcción tipo 'combo', para luego agredirla nuevamente con el cuchillo, causando lesiones en la zona del cuello, provocando que el menor se hallara moribundo", consigna.

Finalmente, "le arrojó tierra, basura, elementos de construcción, tapando la excavación, sepultando así totalmente a la víctima", que falleció como consecuencia de estas lesiones, pero sólo "en un intervalo de entre 48 a 72 horas desde la agresión", padeciendo, de este modo, un aumento deliberado de su sufrimiento.