Javier Rebolledo: Denunciar abuso infantil es una carta ganadora en separaciones conflictivas

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Cooperativa.cl

El periodista de investigación presentó en Cooperativa su nuevo libro, que aborda las falsas acusaciones a padres por agresiones sexuales contra sus hijos.

Afirmó que estos casos son "muy susceptibles" de no ser ciertos; pues los niños "muchas veces mienten" y los jueces se sienten presionados a tomar medidas drásticas de inmediato.

Ello puede redundar en el alejamiento forzoso de los progenitores por periodos de hasta ocho años.

 ATON (Referencial)

Rebolledo dijo que muchos hombres acusados de abuso se suicidan o son violados en las cárceles, mientras sus hijos, sicológicamente, "quedan huérfanos de padre y madre".

El periodista Javier Rebolledo presentó esta mañana en Cooperativa su nuevo libro "Falsas denuncias: Una investigación sobre padres acusados de abuso sexual", una temática que reconoció "complicada y delicada", pero que tiene un gran efecto en la vida de los niños y niñas.

Rebolledo inició su investigación tras el aumento de denuncias de violencia intrafamiliar y abuso sexual reflejada en la pandemia del Covid-19. "Es un tema complicado, delicado y hay cosas en juego. Por un lado, la credibilidad de los niños y ciertas 'verdades' instaladas, como la violencia de parte de los hombres a los niños y la violencia intrafamiliar de hombres a mujeres", señaló.

En ese sentido, reconoció que "una investigación que vinera a sistematizar el hecho de que se están haciendo falsas denuncias entre padres, fundamentalmente de madres a padres producidas las separaciones y con harta conflictividad previa, de alimentos, etc, era una tema difícil".

El periodista observó que en temas tan complejos como pueden ser este tipo de denuncias, la presión mediática se vuelve relevante y "afecta tanto a los legisladores como a los medios de comunicación, como la agenda y parte de los juicios".

No obstante, reparó que igualmente "sin tener el ámbito mediático, igual influye, porque –según lo que detecté a través de testimonios de abogados- los jueces se sienten presionados. Y hoy ante la mera denuncia de abuso sexual de un progenitor a otro, el niño o niña es automáticamente separado de ese adulto por un periodo de 1 ó 2 años, pasando por 4, 6 u 8".

Lo anterior, señala, que es "lo grave" del asunto, ya que, "después, cuando ese padre es revinculado porque se determina que no hubo antecedentes y, en virtud de la ley de prescriptibilidad de este tipo de delitos, no obtiene el sobreseimiento definitivo, sino temporal".

"Eso hace que no se pueda querellar por falsa denuncia, hace que estos casos no entren dentro de las cifras de falsas denuncias y, por ende, ese padre es susceptible de ser acusado –como tengo casos- por una segunda o tercera vez. Y el sistema se activa exactamente igual", explicó.

Libro Javier Rebolledo "Falsas denuncias

Denunciar abuso sexual "es una carta ganadora" en separaciones conflictivas

En la misma línea, aseveró que "me di cuenta que estos casos son muy susceptibles de ser falsos porque en todos los casos que me topé, la denuncia de abuso sexual no es una denuncia original".

"Vale decir, primero parte por una separación traumática, un problema adultocéntrico, después una denuncia por negligencia de uno a otro, el otro intenta el cuidado personal, después una por alimentos, otra por visita, y así se empiezan a sumar los incumplimientos y la conflictividad empieza a subir, donde la violencia intrafamiliar y después abuso sexual es la última carta", indica.

Por ello, señaló que en la acción responde a "una escalada, donde ves la estrategia de los abogados claramente. Es una carta ganadora, que deja todo lo demás -que está funcionando- absolutamente congelado. Ese niño se aleja, en virtud del bien superior del niño, del presunto agresor y ocurre que posteriormente es encontrado no culpable, no se le da inocencia, se le da sobreseimiento temporal y ese padre muerto de susto vuelve a revincularse con su hijo con la posibilidad clara de recibir una segunda o tercera denuncia".

Rebolledo evidenció que uno de los problemas es que los organismos colaboradores -privados, pero pagados por el Estado- de los jueces de familia "tienen bajísimos lineamientos técnicos, bajísima fiscalización. Según todo lo que me tocó investigar, son el principal brazo operativo que tiene un juez para todos los casos".

Por ello, recalcó que "evidentemente, tiene un mayor grado de posibilidad una persona que tiene mejores recursos porque la mitad del sistema está privatizado y los peritajes los tienen que pagar los propios involucrados. Existe todo un negocio, que están: los organismos técnico del Estado, que les interesa recibir la subvención y eternizan los procesos; los peritos judiciales de todo tipo, y los abogados que saben que alimentar esta conflictiva lleva a mayores réditos económicos".

"Los niños quedan huérfanos"

El periodista aseveró que los niños y niñas son los mayores perjudicados porque "el daño que le haces a un niño o niña que le dices que su papá es malo, que lo violó o abusó, y que eso no es así, pero tiene que hacer un duelo, siendo muy chiquitito, pensando que eso es así y sacarlo de su corazón, después esos niños crecen, se dan cuenta de lo que sucedió y tienen que matar también la figura de la madre".

"Según los psicólogos peritos, esos niños quedan huérfanos de padre y madre, con ellos en vida. Y los problemas identitarios que sufren van desde tendencias suicidas, relaciones tóxicas, problemas laborales de muy baja o lenta rehabilitación. Un psicólogo me decía que hasta el hijo de un narcotraficante tiene una identidad más clara y es más funcional que los niños que les pasa esto", declaró.

Entonces, señala el investigador, que en los casos recopilados en el libro los niños se ven presionados a mentir sobre sus progenitores. "Hay una película que se llama 'La Cacería', que habla justamente de la presión vincular y parental de los niños y niñas que pueden verse presionados por distintos motivos", señala.

"Si nosotros tenemos hijos, sabemos qué pasa con ellos, muchas veces mienten y por distintos motivos y los responsables de sus mentiras, son los adultos", reflexionó.