Presidente del máximo tribunal dijo que hay un cuestionamiento "carente de antecedentes".
Añadió que durante su mandato no pondrá en tela de juicio las determinaciones de otros poderes del Estado.
"No va a ser este presidente quien minimice o cuestione las determinaciones de otros poderes del Estado", aseguró Muñoz.
El nuevo presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, sostuvo que hay una crítica "general, infundada y carente de antecedentes" hacia el Poder Judicial, esto tras los cuestionamientos por la labor de algunos jueces en los hechos de violencia en la Región de La Araucanía.
"Nos vamos a tener que acostumbrar, a lo mejor, a esta crítica política, general, infundada y carente de antecedentes que impide efectuar una respuesta concreta por parte de la jurisdicción", sostuvo quien asumió este lunes al frente del máximo tribunal.
"No va a ser este presidente quien minimice o cuestione las determinaciones de otros poderes del Estado, por cuanto con eso estamos afectando los cimientos de la misma democracia, por cuanto queda en los tribunales y no en autoridades políticas, en que todos somos pasajeros, estar sembrando la desconfianza respecto de las determinaciones jurisdiccionales", añadió Muñoz.
El presidente del máximo tribunal resaltó que él fue un voto de minoría en el fallo que rechazó la indemnización a los pequeños comerciantes de San Pedro de la Paz, en la Región del Biobío, por los saqueos que sufrieron tras el terremoto del 27 de febrero de 2010.
Intendente: Jueces podrían poner más energía
Mientras que el intendente de La Araucanía, Andrés Molina, reiteró los dichos del Presidente Sebastián Piñera, quien criticó a los jueces de la zona.
"Estamos todos empeñados en que podamos sacar adelante este juicio lo antes posible. Efectivamente la ley permite todas formulas para poder ir 'chuteando' esto y, en definitiva, llevándolo a sectores extremos en términos de aplazamiento", afirmó.
Añadió que "en ese sentido es lo que el Presidente ha estado diciendo. Tratemos de colocarle voluntad a esto. Lo que pasa es que los jueces a veces sentimos, como Gobierno, que podrían mucha más energía".
En tanto, en la Catedral de Temuco se desarrolló este lunes la llamada "Misa por la paz", ceremonia ecuménica que conmemoró el primer aniversario del atentado incendiario que mató al matrimonio Luchsinger Mackay.
Hasta el lugar llegaron Jorge Pooley y su esposa Irene Topalli, cuya casa en Temuco fue atacada durante la noche de Año Nuevo. Pidieron la presencia de Piñera en la zona y una solución en La Araucanía.
"Hay una sensación de incertidumbre del por qué y espero que llegue la cordura, espero que el Presidente haga una visita a la región. No puede ser que la región esté viviendo esto", aseguró Pooley.
En tanto, su esposa comentó que "no queremos estar recordando más víctimas".
