El Centro de Innovación del plantel, ubicado en Cañete, fue atacado de madrugada por ocho sujetos que vestían ropas militares.
"Se gritaron: 'Hay gente en la casa, vamos a quemarlos'", relató el director del organismo; víctima del hecho.
Desde la Universidad pusieron en duda que vayan a reinstalarse en la zona.
Andrés Varela, prorrector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, estimó en 500 millones de pesos los daños provocados por el atentado incendiario que la madrugada de este lunes afectó al Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica Agropecuaria del plantel, ubicado en el fundo Peleco de la comuna de Cañete, en la Provincia de Arauco de la Región del Biobío.
"No hemos hecho una valuación detallada de los perjuicios, pero consideramos que bordean los 500 millones de pesos", señaló el abogado, que no descartó la posibilidad de sumarse a las "acciones judiciales" anunciadas esta mañana por "los organismos estatales".
Consultado por si la Universidad reconstruirá las dependencias dañadas, Varela respondió: "Estamos esperando que se restablezca la tranquilidad, el orden, las condiciones de seguridad y conversando con los propios afectados para ver la forma de poder reiniciar nuestro trabajo".
El director del Centro de Innovación, Eduardo Jeria, tiene su casa junto al recinto incendiado y fue víctima, junto a sus hijos y su esposa, de la violencia de los ocho atacantes, que vestían ropas militares, según relató.
"Sentí que se gritaron ellos: 'Hay gente en la casa, vamos a quemarlos'. En eso vinieron estas ocho personas, rodearon la casa y empezaron a tirar combustible alrededor", relató Jeria.
"Entraron a patadas por la casa, quebrando un vidrio, rociaron de combustible los dormitorios y las camas de los hijos, donde estaban durmiendo. Entraron todos armados, pescaron a mi señora, la encañonaron, la hicieron recorrer las dependencias de la casa, a mí me sacaron hacia fuera para preguntarme si teníamos armas, y (dijeron que) si teníamos armas nos iban a matar", contó el académico.
Senador UDI: "Se escapó de las manos"
Este caso motivó que, por primera vez durante la actual administración, la Intendencia del Biobío decidiera invocar la Ley Antiterrorista.
"Invocamos la Ley Antiterrorista porque, en este caso concreto, es un nivel de violencia, de agresividad y de puesta en riesgo de la vida de las personas que no habíamos observado en otros casos", explicó el intendente Rodrigo Díaz, apuntando además que las víctimas son "personas que han dedicado su vida a ayudar a las comunidades mapuches".
Desde la UDI, el senador Víctor Pérez señaló que los últimos ataques, y éste en particular, demuestran que "definitivamente al Gobierno se les escapó de las manos el terrorismo en la Provincia de Arauco y La Araucanía, que va en escalada", porque "los terroristas siguen actuando con absoluta libertad".
