Impulsado por el cine, la TV y el turismo, Hengdian ha pasado de ser un desconocido pueblito perdido en las montañas de China a ser una de las bases de rodaje de cine y TV más grandes del mundo.
Son las tres de la tarde, y después de que suenan las campanadas en un teatro de Hengdian World Studios, apodado el "Hollywood de China", Íngrid Cabrera Elías sale de detrás del telón ataviada con un vistoso traje de carnaval, y con música latina como fondo, empieza a bailar sonriendo con gran emoción, una emoción que crece con los constantes aplausos del público.
A Hengdian se le conoce como el mayor centro de producción de cine y televisión de China. Está ubicado en la ciudad de Dongyang de la provincia de Zhejiang, en el este del país. En la actualidad, dos tercios de las obras de cine y televisión que se producen en China se graban en esta base cinematográfica.
Cabrera, una bailarina cubana de 25 años, afirma que en ninguna otra parte ha recibido tanto aprecio y admiración como allí. "En China, después de que termino los espectáculos, casi siempre hay público que sigue pidiendo fotos conmigo. 'Eres muy bonita' es una de las frases en chino que escucho más", cuenta.
A los 17 años, Cabrera ingresó al Teatro América, una filial de la Escuela Nacional de Arte de Cuba, y consiguió el título de bailarina de espectáculo musical dos años después.
Frente a oportunidades de trabajo surgidas en varios países de Europa y Asia, en 2019 la joven se decidió finalmente por desarrollar su carrera en China. "Bailar en China era lo que yo realmente quería desde un principio", asegura.
"Primero que todo, quería conocer el país. Casi todos mis amigos en Cuba comentan que China es un país expandido y grandioso, que su cultura es mucho más espléndida que las que otros países tienen", explica.
Además, la continuidad del trabajo, apoyada por la demanda sostenida de bailarines en el sector del arte escénico de China, es otro factor de peso para que Cabrera siga prolongando su presencia en este país asiático.
Los planes de espectáculos relativamente fijos en teatros y parques en China también le ahorran la molestia de tener que adaptarse frecuentemente a la iluminación, el escenario y la coreografía de diferentes lugares.
Después de deslumbrar con su baile al público de varias ciudades de las provincias de Heilongjiang, Liaoning, Shandong y Hebei, Cabrera llegó a Hengdian el año pasado, y ahora trabaja como bailarina profesional en parques temáticos y teatros. La estabilidad laboral y la posibilidad de llevar una vida cómoda y segura han hecho que la talentosa joven caribeña se enamore de China.
En Hengdian se respira arte, y también historia. La ambientación de los diferentes escenarios permite viajar cientos o miles de años en el pasado. Caminando de noche por la principal calle comercial del poblado, es fácil encontrarse con extras de películas que, después de terminar la jornada de grabaciones, realizan transmisiones en vivo.
"Es increíble que en un pequeño poblado haya un centro cinematográfico tan avanzado que ha generado una industria bastante desarrollada", comenta la bailarina.
Impulsado por el cine, la televisión y el turismo, Hengdian ha pasado de ser un desconocido pueblito perdido en las montañas del este de China a ser una de las bases de rodaje de cine y televisión más grandes del mundo. Zhejiang, la provincia donde está ubicado, se convirtió en 2021 en la primera zona de demostración de la prosperidad común de China.
Habiendo viajado sola de Cuba a China, Cabrera es hoy la única bailarina hispanohablante en la compañía, pero eso no hace que se sienta aislada, pues actualmente hay más de 400 artistas extranjeros que están persiguiendo sus sueños en Hengdian.
Actúa con sus compañeros, compara culturas y habilidades de baile, y forja valiosas amistades. El escenario más importante de China le ha dado la oportunidad de entrar a formar parte de un "collage" artístico compuesto por talentos de todo el mundo.
"Me gusta el modo internacional en China. Debido al sector del arte escénico y al mismo entusiasmo de actuación, (mis colegas y yo) nos reunimos prácticamente aquí en este país", afirma.
"El baile es mi vida. Me siento orgullosa de haber escogido desarrollar mi carrera de baile en China, y quisiera seguir bailando aquí el mayor tiempo posible", concluye.
