Beijing registra las lluvias más intensas en 140 años
El presidente chino, Xi Jinping, ha pedido que no se escatimen esfuerzos en las labores de rescate.
El presidente chino, Xi Jinping, ha pedido que no se escatimen esfuerzos en las labores de rescate.
El tifón Doksuri de este año llegó primero a China en la provincia suroriental costera de Fujian el pasado 28 de julio, trayendo consigo fuertes vientos y lluvias torrenciales. Luego se desplazó hacia el norte del país, pasando por muchas ciudades y provincias, y llegó a Beijing al día siguiente.
Durante el pasado fin de semana, afectada por el tifón, Beijing ha experimentado lluvias torrenciales durante más de 70 horas, que incluso han superado el récord de cantidad de precipitaciones desde que se empezó a llevar registro hace 140 años, en específico desde la noche del 29 de julio hasta la mañana del 2 de agosto.
Frente a este escenario, Centro Meteorológico Nacional de China elevó a alerta roja, el más alto, dando así aviso formal a todos los ciudados a través de mensajes de texto.
Las autoridades sugirieron a la población a no salir de casa, evitar ir a lugares montañosos y muchas empresas permitieron que los empleados trabajaran en casa. Los principales lugares turísticos de la capital permanecieron cerrados, las presentaciones artísticas, exposiciones se suspendieron, mientras que más de 52.000 residentes fueron evacuados de sus hogares.
A pesar de estas medidas, debido a la intensidad de las lluvias e inundaciones sin precedentes por cuarto día consecutivos, al menos 11 personas han muerto en Beijing y otras 9 fallecieron en Hebei. Más de 800 mil personas se han visto afectadas en Beijing y la provincia de Hebei.
El gobierno chino ha asignado 110 millones de yuanes, el equivalente a unos 15 millones de dólares, para apoyar la prevención de inundaciones y los esfuerzos de socorro en Beijing, Tianjin y Hebei.
Se han enviado dos equipos de expertos a los distritos de Mentougou y Fangshan, las zonas más afectadas de la municipalidad de Beijing, para dirigir las labores de rescate y socorro. En Zhuozhou, Hebei, más de 8.700 personas han participado en las labores de respuesta a las inundaciones. Más de cien mil residentes de las zonas inundadas han sido realojados.
La alerta de tormenta de lluvia de nivel más alto se renovó el martes, con advertencias de deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas en el norte de China.
El presidente chino, Xi Jinping, ha pedido que no se escatimen esfuerzos en las labores de rescate después de las fuertes tormentas que se han registrado en Beijing, Tianjin y la provincia vecina de Hebei. Además, instó a tomar medidas para minimizar las bajas, reubicar a las personas afectadas y restablecer el transporte y la electricidad.
En China suele pasar que cuando un lugar tiene dificultades, todas las partes del país dan la mano y ofrecen su ayuda.
En el norte de China, prosiguen los esfuerzos de rescate y reconstrucción. Varios helicópteros militares fueron desplegados para entregar provisiones de emergencia y una reserva de agua se utilizó por primera vez desde su construcción hace 25 años para descargar las inundaciones.
Pese a que se espera que las precipitaciones en el norte de China disminuyan, las autoridades locales advierten de que el peligro no ha desaparecido, ante la inminente llegada de otro tifón a las regiones orientales del país.
En los próximos días, las lluvias en el norte provocadas por Doksuri se trasladarán al noreste de China, donde ya se declaró la alerta máxima, pues se prevé que las precipitaciones también duren mucho tiempo.