China Hoy: Una experiencia transformadora
Tras una década y media en China, Nattaly Rojas está ad portas de volver a Chile y reflexiona sobre lo aprendido en estos años.
Tras una década y media en China, Nattaly Rojas está ad portas de volver a Chile y reflexiona sobre lo aprendido en estos años.
El 2024 no es un año cualquiera para la chilena Nattaly Rojas. Tras una década y media en China, la joven está ad portas de partir de vuelta a su tierra natal, pero no sin un cúmulo de experiencias y aprendizajes que la han convertido en la mujer que es hoy en día.
Todo comenzó cuando la chilena estaba cursando la carrera de traducción español-inglés en Santiago. Sentía que aquel mercado ya estaba saturado y que, con el paso de los años, era menos valorado. De este modo, Nattaly Rojas se inclinó nada más y nada menos que por el chino mandarín. Pero su interés iba más allá del idioma en sí.
"Siempre me interesó China y su cultura milenaria, su influencia en el mundo contemporáneo y su creciente importancia global", señala. "Al aprender sobre China, descubrí que no solo se trataba del idioma; también me intrigaron aspectos como la filosofía confuciana, la caligrafía, la medicina tradicional china y la rica historia del país", agrega.
Su llegada a Beijing en 2009 se materializó gracias a una beca de estudios por parte del Gobierno chino. Así, durante los siguientes siete años, la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing (BLCU, por sus siglas en inglés) se convirtió en un espacio donde Rojas adquirió un acervo de conocimientos, pero, además, en un lugar donde atesora algunos de sus mejores recuerdos de China. "Mi tiempo en BLCU como estudiante universitaria fue una experiencia excepcional y memorable", relata. Asimismo, Beijing, sobre todo durante el primer año, le abrió las puertas a un mundo totalmente nuevo. "Pude sumergirme en la vida cotidiana, interactuar con personas locales y explorar de primera mano no solo la capital, sino el país entero".
Así, poco a poco, Nattaly Rojas fue consolidando su interés por seguir explorando China y su cultura, además de su evolución en el contexto global. Por esto mismo, decidió solicitar otra beca para continuar con sus estudios en 2012. Ya que la carrera de traducción inglés-chino para extranjeros aún no había abierto en aquel entonces, tuvo que estudiar con alumnos locales. Esto fue todo un reto para la chilena, ya que debía seguir el ritmo de sus compañeros, quienes sabían el idioma de toda la vida. "En ese momento sentí mucha frustración, pero después comprendí que fue lo mejor que me pudo pasar", admite.
Casi cualquier chileno o chilena que viva en Beijing sabrá quién es Nattaly Rojas. Además de su simpatía y risa contagiosa, ella ha estado estrechamente involucrada en diferentes actividades con el fin de promover la cultura y los lazos entre Chile y China desde que llegó. Ya en su época universitaria, tuvo un rol activo en diversos eventos extracurriculares. "Las ferias culturales eran el evento más destacado del año para nuestra comunidad universitaria y nosotros, los chilenos, nos preparábamos con entusiasmo".
La chilena explica que, junto con otros compañeros, iba a la Embajada de Chile para conseguir elementos decorativos y otros materiales, con el fin de que el stand reflejara la rica cultura cuando los visitantes chinos pasaran por él. "Como responsable del stand de Chile todos esos años, cada vez me preparaba y dedicaba intensamente durante al menos un mes junto con otros chilenos para exhibir lo mejor de nosotros", enfatiza.
Su deseo por promover la cultura también se vio reflejado en las diversas labores que realizó con la Embajada de Chile en Beijing, entre las que destaca su participación en las visitas de Estado realizadas por la expresidenta Michelle Bachelet y el actual Presidente Gabriel Boric. Durante esas visitas, Nattaly Rojas desempeñó roles clave en el equipo de seguridad y avanzada, al brindar asistencia crucial con el idioma. En razón de ello, tuvo el privilegio de servir como intérprete directa para ambos mandatarios durante sus encuentros informales en diversos lugares.
Para la chilena, el hecho de poder asistir al Presidente Gabriel Boric en el marco de un evento tan importante como su visita de Estado a China es algo que la llena de honor y orgullo. "Esta experiencia me permitió sentirme más conectada con mi identidad nacional y comprender mejor el impacto de la diplomacia en las relaciones internacionales", manifiesta en retrospección.
En términos profesionales, formar parte de la avanzada le permitió también comprender las complejidades y desafíos que enfrenta la delegación presidencial en una visita oficial, además de aprender valiosas lecciones en logística y protocolo. "A pesar de estar inmersa en las estrictas medidas de seguridad, fue una experiencia gratificante y enriquecedora poder contribuir y compartir momentos significativos", agrega.
Pero sus labores como una verdadera facilitadora del diálogo y la comprensión –en este caso de países tan lejanos como China y Chile– no acaban ahí. Nattaly Rojas también ha contribuido activamente en pos de la promoción cultural a través de diversos proyectos audiovisuales, incluida la traducción de subtítulos al mandarín para películas chilenas que participaron en diversos festivales de cine en China, como la nominada al Oscar como mejor película extranjera Una mujer fantástica, Gloria, La Luna en el espejo, No soy Lorena, entre otras.
Por otra parte, ha colaborado con ProChile en destacados eventos como ChileWeek, además de prestar servicios de interpretación y comunicación en actividades ligadas a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Este rol, mediante el cual ha ayudado a tender lazos entre unos y otros, también lo ha llevado al campo de juego como jugadora y capitana del equipo de fútbol femenino Añejo. "Más allá de ser simplemente un equipo deportivo, Añejo se ha convertido en una verdadera comunidad y en un espacio de crecimiento personal y apoyo en mi vida en Beijing", señala. En ese sentido, Nattaly Rojas cuenta que ello le ha brindado la oportunidad de practicar un deporte que ama, pero, además, de fortalecer las amistades que ha ido forjando con el paso de los años. Como capitana, debe velar por la cohesión y moral de su propio equipo, pero también incentivar la competencia sana con otros clubes.
Nattaly Rojas (en verde) y sus compañeras celebran el triunfo de su equipo de fútbol Añejo.
Nattaly Rojas dice que tiene sentimientos encontrados. Con el pasar de los días, la partida de vuelta a su país natal se hace cada vez más inminente. Tras 15 años en China –casi la mitad de su vida y prácticamente toda su vida adulta– la chilena regresará a Santiago, una ciudad que seguramente le será familiar en muchos aspectos, pero que también tendrá que volver a descubrir. "Por un lado, siento nostalgia y una profunda gratitud por todo lo que he vivido y aprendido aquí", manifiesta. "Beijing se ha convertido en mi hogar durante estos años, y dejar atrás las conexiones personales y profesionales que he construido es difícil", puntualiza. Sin embargo, del otro lado del océano también la esperan su familia y amigos, además de nuevos proyectos.
Según cuenta, al regresar a Chile, tiene la firme intención de establecer su propia empresa especializada en proyectos audiovisuales. Su objetivo principal es ofrecer servicios de adaptación de contenido audiovisual tanto para el mercado chino como el chileno. Además, señala que planea ofrecer consultorías a empresas chilenas que deseen expandirse a China, y garantizar una comunicación efectiva y respetuosa. "Mi meta es fomentar el intercambio cultural y facilitar la colaboración en el ámbito audiovisual, contribuyendo así al fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Chile y China", detalla.
Cuando la chilena aterrizó en Beijing a los 21 años, sentía una gran aprensión ante una cultura tan diferente a la suya. Asimismo, venía con muchas percepciones negativas de China, alimentadas muchas veces por las redes sociales, según admite. Pero con el paso del tiempo, y a medida que fue interiorizándose cada vez más con el país, Nattaly Rojas pudo descubrir la verdadera esencia de China.
"Vivir en China me ha enseñado la importancia del respeto y la tolerancia hacia diferentes formas de vida y perspectivas. La rica herencia cultural y las tradiciones chinas han ampliado mi visión del mundo, haciéndome más abierta y receptiva a nuevas experiencias. Viajar sola por diversas regiones del país me ha dado una apreciación profunda por la diversidad y la belleza de este país, así como una mayor independencia y confianza en mí misma", asegura.
Todo ello la ha ayudado enormemente en su crecimiento como persona, y ha moldeado su carácter y espíritu de perseverancia. El destino de la chilena aún está por escribirse, pero el futuro se ve promisorio.
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