Con un sombrero para el sol hecho de paneles solares, ágiles manipuladores y ruedas de oruga, un robot recolector de té se abre paso entre hileras de arbustos del famoso té Longjing en el pintoresco Lago del Oeste en Hangzhou, en la provincia oriental china de Zhejiang.
El robot recolector tiene un peso de 550 kilos y ha llegado como un regalo del cielo para los plantadores de té locales en esta temporada.
El venidero Festival Qingming, que se celebra este miércoles, es el principal período de cosecha para el té primaveral de calidad, y las plantaciones locales tienen cierta falta de mano de obra por estos días.
El té Longjing, también conocido como té del Pozo Dragón del Lago Oeste, es una variedad de té verde. Como uno de los diez tés más famosos de China, se caracteriza por su color verde, aroma delicado, sabor suave y hermosa forma.
"Las hermosas formas de un brote con una hoja o un brote con dos hojas son apreciadas a menudo como té de calidad con cierto reconocimiento. Y el trabajo de recolección de tales hojas de té se ha basado en gran medida en el trabajo manual, muy difícil de reemplazar por maquinaria", explicó Jia Jiangming, desarrollador del robot y también profesor asociado de la escuela de ingeniería mecánica de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Zhejiang.
La mayoría de los agricultores en las áreas de producción de té Longjing tienen más de 60 años, pocos tienen más de 50 años y muy pocos jóvenes buscan trabajo en la industria.
Un robot recolector de té trabajando en un jardín de té en Hangzhou. (Foto: Xinhua)
"De acuerdo con esta tendencia, la industria del té Longjing puede enfrentarse al gran embrollo de que no quede nadie para ayudar a recoger las hojas", indicó Jia, al explicar por qué su equipo comenzó a desarrollar robots de recolección de té ya en 2019.
En términos generales, un brote y una hoja del té que crecen a principios de primavera miden aproximadamente 2 centímetros de largo, y el pecíolo mide solo de 3 a 5 milímetros de largo, lo que exige una alta precisión de operación de los brazos mecánicos.
Si corta en el ángulo equivocado, el robot dañará la rama de té o provocará formas incompletas de brotes y hojas. Estas hojas de té dañadas no pueden ser procesadas y solo causan un desperdicio desagradable, de acuerdo con los investigadores.
El equipo de Jia introdujo el modelo de aprendizaje profundo de redes neuronales convolucionales, lo que permite al robot estudiar muchos datos sobre imágenes de brotes de árboles de té y sus hojas.
Usando visión estéreo binocular, el robot puede posicionarse donde están los brotes y las hojas a recoger, cortarlos con precisión y luego succionar las hojas en su canasta a través de su pipeta a presión negativa.
A principios de este año, el robot ayudante de Jia llegó a su quinta generación, la cual eleva la precisión de reconocimiento de brotes y hojas al 86 por ciento y mejora la eficiencia de operación a 1,5 segundos por hoja de té.
En comparación con el robot de tercera generación que se usaba el año pasado, la tasa general de éxito de recolección de té del robot actualizado aumentó del 40 por ciento al 60 por ciento.
"El robot de nueva generación puede funcionar tan bien como un recolector de té humano", aseguró Chen Jianneng, otro investigador del equipo.
Chen resaltó que, aunque el robot todavía está en pruebas de operación, ya se ha presentado un plan para mejorar su maniobrabilidad, permitiendo así que la industria del té logre beneficios tangibles con la mecanización moderna en el futuro próximo.