El corresponsal del Grupo de Medios de China en Kabul visitó en exclusiva el 30 de agosto el lugar del último ataque aéreo estadounidense. En el lugar de los hechos constató que no hay rastros de una explosión secundaria, que es lo que afirma el ejército de Estados Unidos. El ataque aéreo provocó numerosas víctimas civiles. Testigos presenciales que residen en la zona indicaron al corresponsal del Grupo de Medios de China que no había explosivos en el vehículo, y que fue el ataque de Estados Unidos el que mató e hirió a las víctimas. Asimismo, preguntaron enfadados qué habían hecho estos honestos vecinos, incluidos seis niños, para convertirse en terroristas a ojos de los estadounidenses.
Hasta el momento han fallecido 10 personas, incluidos 6 niños. Uno de los fallecidos trabajaba para una institución extranjera y estaba esperando en casa a ser evacuado.
Tras este ataque aéreo, Estados Unidos anunció que fue asesinado un miembro de la organización extremista Estado Islámico-Jorasán que planeaba realizar un atentado suicida con un coche bomba. Posteriormente, el capitán de la marina estadounidense Bill Urban emitió un comunicado en el que señalaba que el ejército de Estados Unidos hizo blanco en un vehículo que llevaba a varios terroristas extremistas, y que aparentemente detonaron los explosivos del vehículo, lo que provocó una explosión secundaria mayor.