¿Por qué la cereza chilena es ama y señora en China?
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| Periodista Digital: Xinhua
Nuestro país se ha posicionado a nivel internacional como un exportador de fruta fresca por excelencia.
Nuestro país se ha posicionado a nivel internacional como un exportador de fruta fresca por excelencia.
La frescura y calidad de las cerezas chilenas ha logrado encantar al pueblo chino en los últimos años, aumentando las exportaciones del dulce fruto rojo de contraestación durante los festejos del Año Nuevo Chino, cuando se convierte en el producto insigne de las celebraciones.
"Las cerezas chilenas han entrado muy fuerte a China, porque se posicionaron como un producto de excelencia en el Año Nuevo Chino, logrando un gran protagonismo", afirmó a Xinhua Rodrigo Aspillaga, director de la frutícola Prize, entre las mayores exportadoras de cerezas en Chile, durante un recorrido por sus plantaciones.
Chile arrancó a finales de noviembre la temporada de exportación de cerezas 2023-2024 por vía marítima, con la mira puesta en el mercado chino, su principal consumidor, encabezando los envíos de fruta fresca chilena al mundo.
Para Prize, China es un cliente "muy importante", a quien vende el 75 por ciento de sus cosechas frutales, que incluyen arándanos, uvas, manzanas, peras y una gama de cítricos.
En el caso de las cerezas, la cifra asciende al 95 por ciento de la producción exportada al país asiático.
"Nosotros nos hemos enfocado mucho en China y tenemos las variedades que se consumen allá. China está dispuesta a pagar más que otros mercados", sostuvo Aspillaga, quien viaja decenas de veces al año a China para conectar con sus socios chinos y explorar nuevas tendencias de consumo.
A su juicio, China es un país con el cual Chile mantiene muy buenas relaciones.
"Nosotros trabajamos con todo el mundo y la verdad es que, en todos estos años, la relación con China diría que es la mejor en todo tipo de cosas, desde la forma en que se abren los negocios, hasta la forma en que se cierran; desde el cliente hasta las autoridades", coincidió por su parte el director de exportación de la empresa, Jaime Pérez.
En la relación comercial, el interés del socio asiático pasa por la innovación y el desarrollo de nuevos procesos de producción y logística para agilizar el intercambio entre naciones tan distantes.
"Tenemos la dificultad de que es un mercado lejano y eso le da un plus al negocio. Estamos muy presentes en China. En un principio nos demorábamos 32 días en llegar en barco con nuestras exportaciones, y hoy hacemos viajes en 23 días", precisó Aspillaga.
Chile se ha posicionado a nivel internacional como un exportador de fruta fresca por excelencia. Antes de la cereza, que inició sus envíos a China con volúmenes marginales, el país asiático recibía nectarines, ciruelas y uvas chilenas de amplia aceptación.
La firma del Tratado de Libre Comercio bilateral en 2005, junto con la creciente demanda de cerezas por parte de China, propulsó el crecimiento de la industria cerecera, alcanzando en la actualidad 62.000 hectáreas plantadas de esta baya, con proyecciones de llegar a las 65.000.
En Prize, ubicada en la localidad Requínoa, en la Región de O'Higgins, la cosecha empieza en época de primavera con las variedades tempranas de cerezas.
La cereza tarda un día en llegar a la planta de empaquetado desde su cosecha. Allí pasa por un control de calidad, luego se enfría, se procesa y se almacena para ser embalada en cajas de cinco kilos.
Estos paquetes son enfriados nuevamente para estabilizar su temperatura en cero grados Celsius, y luego son subidos a un camión y transportados durante unas dos horas al puerto, donde tardan 23 días en llegar a China.
"El desaduanaje allá es bastante rápido, a veces puede ser el mismo día o hasta dos días para los buques más grandes. La fruta fresca tiene prioridad en China, en comparación a otros productos, y sobre todo en temporada de cerezas", explicaron a Xinhua.
Chile fue el primer exportador de cerezas en el hemisferio sur en la temporada 2022-2023, con el 97 por ciento de los envíos de esta región, seguido por Argentina. La cifra equivale a 415.398 toneladas, es decir, 83 millones de cajas de cinco kilos.
En nuestro país, la producción de cerezas abarca el 30 por ciento del empleo en el sector frutícola, equivalente a 200.000 puestos de trabajo directos en los meses del verano austral, principalmente en las áreas de cosecha, empaque y distribución.
Este 2023 fue un año desafiante para los productores chilenos. El fenómeno climático de El Niño provocó fuertes lluvias primaverales en las regiones centrales del país, las cuales concentran la mayor cantidad de campos frutícolas a nivel nacional.
Esto implicó para algunos comerciantes la pérdida de hasta un 80 por ciento de la producción de cerezas tempranas, según informó hace unos días la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta).
