El padre de la "trampa de Tucídides" ya habla de la gente de Wu y Yue viajando en el mismo barco

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Las cosas coexisten en armonía en general. Esto es el pensamiento filosófico más simple y clásico de los chinos.

El padre de la
Efecto China
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Por: Xi Pu, observador de asuntos internacionales en Beijing

I

En la obra clásica El Arte de la Guerra de Sun Tzu, se registra un cuento: En el Período de Primavera y Otoño, el reinado Wu y su vecino Yue estaban a menudo en guerra. Un día, una decena de pasajeros de estos dos reinados viajaban en un mismo barco. Al inicio se daban las espaldas entre sí, pero cuando les sorprendió una tempestad, optaron por solidarizarse y actuaron juntos para superar la adversidad.

Recientemente, Graham Allison, decano fundador de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard, famoso por haber propuesto la "trampa de Tucídides"(1), citó ese cuento en Beijing, sugiriendo aprender de la sabiduría de la historia china para encontrar la forma de superar la "trampa de Tucídides" y explorar la vía de la coexistencia entre China y Estados Unidos.

II

Las cosas coexisten en armonía en general. Esto es el pensamiento filosófico más simple y clásico de los chinos. Los antiguos chinos creían que sin el constante desarrollo, no existiría el mundo; y sin ninguna inhibición, el mundo se volvería caótico y desordenado. Esta visión filosófica está presente en toda la trayectoria milenaria del pueblo chino.

De la Biblia a la Crítica del Juicio de Kant, del existencialismo de Heidegger a la simbiosis de Alain Gayet, la filosofía occidental también hace hincapié en la coexistencia armoniosa. Ello demuestra plenamente que esta es la aspiración común de toda la humanidad y por ende, el genuino valor universal.

En la misma ocasión, Graham Allison también dijo que, repasando la historia de los últimos quinientos años, se puede ver que no son inevitables las guerras entre los grandes países emergentes y los ya establecidos, ya que las respuestas posibles ya están en la historia.

La élite estadounidense también admite que hay una verdadera posibilidad para unas relaciones estables entre EE.UU. y China, y que EE.UU. tendrá que coexistir con China indefinidamente. Ha sido justamente por eso por lo que se ha podido lograr en un corto tiempo la recuperación y estabilización de las relaciones sino-estadounidenses. China siempre aborda la cuestión de la coexistencia desde una altura filosófica y una dimensión de la ley general. El deseo de los pueblos chino y estadounidense por la paz en vez de la guerra no ha cambiado, la base para los beneficios mutuos y ganancias compartidas entre ambos pueblos no se ha alterado, y la realidad de que China y EE.UU. están estrechamente vinculados en lo económico y lo comercial tampoco ha variado. Ya sea para promover los intercambios económicos y comerciales o impulsar el progreso científico y tecnológico, la ley general implica la formación de una comunidad, y en cuanto a lo que atañe al destino y futuro de la humanidad, la mayor ley también conduce a una comunidad. El concepto de la comunidad de futuro compartido de la humanidad es una ley científica que no puede ser cortada, rota o alterada.

III

La apertura y las ganancias compartidas están en los genes de China desde los tiempos antiguos. Siempre y cuando vea a China como socio de cooperación y esté dispuesto a comunicarse con ella, un país se sentirá en casa con China y vivirá experiencias únicas de este gran país abierto e inclusivo.

En la primavera floreciente, el líder de China tuvo una conversación bien agradable con los representantes de las comunidades empresarial y estratégica estadounidenses en el Gran Palacio del Pueblo. El mensaje emitido es muy claro: la China abierta está dispuesta a trabajar junto con EE.UU. en lugar de confrontarse con él, la China en desarrollo necesita la facilitación de EE.UU. en vez de su obstrucción, la China próspera supone oportunidades para EE.UU. en lugar de desafíos, la China autoconfiada aplaude la competencia virtuosa en vez de la represión maliciosa, y la China en reforma acepta críticas bienintencionadas en lugar de denigraciones infundadas.

China tiene la generosidad de no guardar rencor sino abrazar el futuro con sonrisa, EE.UU. también debe tener el ánimo de superar la "trampa de Tucídides" como los viajeros de Wu y Yue en el mismo barco. La puerta de la Casa Blanca debería abrirse a las comunidades empresarial y estratégica de China y EE. UU. para escuchar las verdades.

(1) El atenense Tucídides, en su relato sobre la Guerra del Peloponeso, dijo: "Fue el ascenso de Atenas y el temor que eso inculcó en Esparta lo que hizo que la guerra fuera inevitable". Hoy, esta frase se usa para aludir a China como Atenas y a Estados Unidos como Esparta.

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