Debes estar atento a emociones e indicadores que te alertarán sobre posibles agresiones digitales.
Los afectados sufren diferentes quiebres emocionales.
Con nuestros hijos cada día más conectados a través de las redes sociales y videojuegos, es fundamental que como padres entendamos claves que ocurren en torno al cyberbullying.
La primera de ellas, según destaca Daniel Halpern, doctor en Comunicaciones y director de TrenDigital UC y EducomLab, es entender qué el niño, niña o adolescente agredido sufre diferentes quiebres emocionales que le impiden solicitarnos ayuda.
Por ello, debemos estar atentos a las conductas de nuestros hijos, porque aparecen indicios como nerviosismo al recibir mensajes, perdida de interés en sus actividades favoritas, depresión o actitudes antisociales, entre otros, puesto que son algunos de los indicadores del acoso cibernético.
Si detectamos alguna de las anteriores o sospechamos de cyberbullying, lo primordial es darles tranquilidad a nuestros hijos, sin minimizar, sin juzgar y sin culpabilizarlo de su situación.
Lo segundo, independiente de lo doloroso que pueda ser, incluso para nosotros, es recopilar la mayor cantidad de material para acudir a las autoridades y denunciar lo ocurrido.
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