El arquitecto chileno Alejandro Aravena fue seleccionado como ganador de la edición 2016 del Premio Pritzker, equivalente al Nobel en su rubro, marcando el primer galardón de este tipo en la historia del país.
Aravena, de 48 años, ha trabajado en Chile, Estados Unidos, México, China y Suiza, y es reconocido por su trabajo en la construcción de más de 2.500 viviendas sociales y por su participación en la reconstrucción de Constitución tras el terremoto de 2010 a través de ELEMENTAL.
"Alejandro Aravena personifica el renacimiento de un arquitecto comprometido con la sociedad (...) Tiene un profundo conocimiento de la arquitectura y la sociedad civil, como se refleja en sus escritos, en su activismo y en sus diseños", indican.
"El papel del arquitecto está siendo desafiado para servir mayoritariamente a necesidades sociales y humanitarias, y Alejandro Aravena ha respondido a este desafío de forma clara, plena y generosa", planteó el jurado.
Es la tercera que el premio recae en un arquitecto sudamericano, tras Oscar Niemeyer (1988) y Paulo Mendes Da Rocha (2006).
Aravena también se desempeña como director de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2016.