Por el estudio del controvertido fotógrafo estadounidense Terry Richardson han pasado en los últimos años algunas de las figuras más destacadas del mundo de la moda, la música, el cine y la política, incluído el presidente Barack Obama.
Desde que alcanzó la fama a mediados de los 90, Richardson -famoso por sus instantáneas tomadas frente a un fondo blanco y de alto contenido sexual- ha trabajado para algunas de las publicaciones más prestigiosas del mundo como Vanity Fair, Vogue o Harper's Bazaar y ha participado las campañas publicitarias de diseñadores como Marc Jacobs o Tom Ford.
Pero el ascenso a la cúspide del enfant terrible de la fotografía de moda -responsable del comentado videoclip en el que la cantante Miley Cyrus aparece desnuda montada sobre una bola gigante de acero- no ha estado exento de polémica.
Pese a que no ha debido enfrentar ningún proceso frente a la justica, en años recientes han sido varias las mujeres que han posado para él que lo han acusado en los medios de tener un comportamiento impropio con ellas.
Richardson junto a Lady Gaga. (Foto: Terrysdiary.com)
En los últimos días la manera en la que Richardson trata a las maniquíes con las que trabaja ha vuelto a ser puesta en entredicho después de que la modelo Charlotte Waters asegurara que durante una sesión que tuvo con él en 2009, cuando contaba con 19 años, este realizó frente a ella diversos actos sexuales mientras su asistente lo fotografiaba todo.
El relato de Waters sumado a otras acusaciones vertidas contra el fotógrafo en los últimos tiempos ha hecho que por primera vez Richardson -en cuyas imágenes es habitual ver a jóvenes semidesnudas simulando actos sexuales- se pronunciara públicamente para negarlo todo en una carta publicada en la edición estadounidense del diario Huffington Post.
"Cuentos llenos de odio"
"Protegida por la libertad y el anonimato de internet, la gente se ha sentido cómoda elaborando cuentos llenos de odio y difamación sobre mi vida personal y profesional. Al escribir esto, hago un humilde intento de corregir esos rumores, porque me he dado cuenta de que con la ausencia de mi voz en la conversación, todo lo que queda son las mentiras", escribió Richardson en la misiva hecha pública hace unos días.
En la carta, el fotógrafo de 48 años originario de Nueva York y criado en Los Ángeles también hace referencia a las circunstancias en las que tomó las imágenes que aparecen en el controvertido libro "Kibosh", publicado en 2005 y en las que se le ve a él desnudo en diferentes posturas sexuales con modelos.
"Colaboré con mujeres adultas que en todo momento fueron plenamente conscientes de la naturaleza de la obra y, como es habitual en todo proyecto, todo el mundo firmó los documentos correspondientes. Nunca he utilizado una oferta de trabajo o una amenaza de reprimenda para obligar a alguien a que haga algo que no quiere hacer".
El artista ha trabajado también con Rihanna. (Foto: Terrysdiary.com)
El fotógrafo también aseguraba que las informaciones publicadas recientemente en las que se le acusa de tener un comportamiento impropio con las modelos están basadas en mentiras y que los relatos "sensacionalistas, maliciosos y manipuladores" que se han inventado sobre su forma de trabajar han dado lugar a una cruzada en su contra en internet.
"Durante mi carrera, he llegado a aceptar que algunos de mis trabajos más provocadores atraen la controversia y como artista valoro la discusión que eso provoca. Sólo espero que esa discusión esté basada en hechos, para que aunque ames u odies mi trabajo, le des a él y a mí, el beneficio de la duda", concluía Richardson.
Campañas
Las acusaciones contra Terry Richardson empezaron a cobrar relevancia en los medios en 2010, cuando la modelo danesa Rie Rasmussen se enfrentó públicamente al fotógrafo durante un evento en París, acusándolo de "explotar a chicas jóvenes que se encuentran en una posición vulnerable".
Tras Rasmussen fueron varias las mujeres -como las modelos Jamie Peck y Coco Rocha- que contaron cómo se habían sentido manipuladas y denigradas al trabajar con el fotógrafo.
El pasado mes de octubre una joven británica puso en marcha una campaña en el sitio de peticiones Change.org con el objetivo de recoger 50.000 firmas para presionar a las casas de moda y a las los medios de comunicación para que dejen de contratar a Richardson.
A esa campaña se sumó hace unos días una iniciativa en las redes sociales bajo el hashtag #NoMoreTerry que pide el boicot a todas aquellas publicaciones, marcas y famosos que colaboren con el fotógrafo.
Mientras, el pasado fin de semana Sara Ziff y Alise Shoemaker, portavoces de la asociación Model Alliance, dedicada a la protección de los derechos de las modelos, describieron en una entrevista con un medio estadounidense lo "traumática" que fue para ellas la experiencia de ser fotografiadas por Richardson.
Esta oleada de recriminaciones públicas a las que ha tenido que hacer frente en los últimos meses Terry Richardson es la que ha provocado que se pronunciara públicamente sobre el asunto.
En cualquier caso, por el momento no parece que su carrera profesional se esté viendo afectada.
Al menos eso se desprende del reciente encuentro que tuvo en París con los actores Jared Leto y Lupita Nyong'o -ganadores ambos hace unas semanas del Oscar a los mejores intérpretes secundarios- o la portada protagonizada por la modelo británica Kate Moss que Richardson acaba de hacer para la revista erótica francesa Lui.
Hasta ahora las acusaciones no han afectado el trabajo del fotógrafo. (Foto: Lui)