El escritor consideró "estimulante" el movimiento protagonizado por los jóvenes españoles.
Está en el país europeo presentando su libro "Los días del arcoíris".
El escritor Antonio Skármeta consideró "estimulante" el movimiento protagonizado por los jóvenes españoles dentro del llamado movimiento 15-M, que relacionó con el surgido en Chile los días previos al plebiscito que derrotó a Augusto Pinochet en 1988.
Skármeta, que presenta en España "Los días del arcoíris", galardonada con el Premio Planeta-Casa de América 2011, destacó que estos movimientos echan por tierra la teoría de que los pueblos están "adormilados, apáticos" y de que se dejan conducir "pasivamente".
En su opinión, emplazan a los partidos políticos a que respondan "con mayor celeridad e imaginación a las necesidades urgentes de la gente", por lo que pueden "influir sobre los partidos y conseguir en ellos otro tono en la acción" o convertirse a la larga en una formación política.
Para el autor de "Ardiente paciencia", que fue llevada al cine con el título de "El cartero de Neruda" y traducida a 35 idiomas, la ola de protestas que recorre España desde hace más de una semana, y que ha traspasado las fronteras, es "una invitación clara a los partidos políticos a renovarse".
Un "movimiento colorido" que este escritor polifacético que ha pasado por el cine, el teatro, la televisión, la docencia y hasta la diplomacia, comparó con el que se desató antes del plebiscito celebrado en 1988, en el que la oposición derrotó a Pinochet y que protagoniza las páginas de la novela premiada, publicada al mismo tiempo en toda América Latina.
No obstante, Antonio Skármeta enfatizó que "en el caso de Chile se pasó de una dictadura represiva a la democracia y, afortunadamente, estos movimientos dentro de Europa tienen lugar en un marco democrático".
Los días del arcoíris" explora a Chile
La originalidad de "Los días del arcoíris", que explora la represión en las escuelas secundarias a maestros y alumnos durante la dictadura, radica, según el autor, en el punto de vista de Nico, el joven narrador, de 18 años, cuyo padre es apresado por la dictadura.
La historia de este protagonista, enamorado de una amiga, se entrelaza con la de Bettini, un publicista perseguido por el régimen que lleva adelante la campaña por el "no" a Pinochet.
Skármeta apuntó que el éxito de la campaña que llevó al triunfo del "no", radicó en proponer a los chilenos un proyecto para salir "de las brumas en las que estaban sumergidos", a lo que contribuyeron "el humor, la alegría y la visión de futuro".
También fue muy importante, añadió, la cultura democrática del pueblo chileno, que "siempre mantuvo latente su oposición a Pinochet" y actuó de forma no violenta pese a la represión.
