La Feria del Libro de Madrid clausura este domingo su 75º edición con incremento previsto del 3,5 % en las ventas respecto a la edición anterior -unos 8,2 millones de euros ( 9,2 millones de dólares)-, un balance que su director, Teodoro Sacristán, califica de "positivo con reservas".
Estas "reservas", dice Sacristán en una entrevista con Efe, se deben al semestre pasado "francamente malo" que vivió el sector librero en España.
Por eso, para él la Feria del Libro significa un "alivio" a ese peso que este sector lleva soportando desde 2008, fecha desde la que presentan pérdidas.
Al igual que en los últimos años, a Sacristán y a todo el sector del libro le sigue preocupando que el crecimiento de las ventas estacionales (Navidad y Feria o Día del Libro, en el caso de Cataluña) no se acompañe de una "recuperación de la actividad en las librerías durante el resto de meses".
En este sentido, al igual que reclaman los libreros presentes en la feria, pide que la gente compre libros "el resto del año" porque estos "picos" puntuales de ventas son "muy pequeños" para el sector.
"Lo repito como un mantra: espero que el público que ha estado visitando la feria retorne a las librerías, porque hemos notado una caída preocupante de ese paso por las librerías de ese público que sí viene a la feria", puntualiza.
Pero esta 75º edición es también para Sacristán un adiós después de llevar al frente de esta cita durante doce años, de la que hace un balance "muy positivo", en esta ocasión sin reservas.
Reconoce que de quedarse con algún momento de su andadura éste es el momento del montaje de la feria, algo que para él es "espectacular".
"Ese momento todos los años me sorprende. Es muy complicado y verlo arrancar es espectacular, ver cómo se llenan las casetas de libros para mi es un momento muy mágico", confiesa.
La 75ª edición de la Feria, que se inauguró el pasado día 27 de mayo, ha tenido como protagonistas a Francia, como país invitado, y a Miguel de Cervantes, en el 400 aniversario de su muerte.
El escritor libanés en lengua francesa Amin Maalouf fue el encargado de dictar la conferencia inaugural bajo el título "Un sillón que mira al mundo", en la que reclamó "volver a imaginar el mundo".
El 400 aniversario de la muerte de Cervantes se reflejó en la presencia del hispanista francés experto cervantino Jean Canavaggio; la conversación "Siempre Cervantes", con Andrés Trapiello o la velada "Leer bajo la luna".
Lo nuevo de Jöel Dicker, Pierre Lemaitre, Murakami, Mario Vargas Llosa, Almudena Grandes, Rafael Chirbes, John Irving o Elsa Ferrante, entre otros, estuvieron presentes en los mostradores de las casetas situadas en el madrileño Parque de El Retiro, en el centro de la ciudad.
La muestra ha contado con 367 casetas y 479 expositores (26 organismos oficiales, 10 distribuidores, 63 libreros especializados, 56 libreros generales, 177 editores de Madrid y 147 editores de fuera de Madrid).
Su edición pasada cerró sus puertas con 7.904.000 euros en ventas, lo que supuso un incremento del 6,1 por ciento respecto a la edición de 2014.