Pablo Neruda, silenciado en dictadura e ignorado por las nuevas generaciones por machista
A 50 años de su muerte, Pablo Neruda es definido por los jóvenes como "machista" y un nombre que "no gusta a las nuevas generaciones".
A 50 años de su muerte, Pablo Neruda es definido por los jóvenes como "machista" y un nombre que "no gusta a las nuevas generaciones".
La figura literaria y política de Pablo Neruda concita aplausos sin apenas discusión en todo el mundo, pese a que su vida personal esconde algunas controvertidas sombras que han abierto un proceso de revisión en algunos sectores, en particular entre las mujeres y los más jóvenes.
A 50 años de su muerte, está aún muy viva la polémica sobre si el poeta murió a causa de la enfermedad o fue asesinado por la incipiente dictadura, en la orgía de sangre y tortura que siguió al golpe de Estado dado 12 días antes contra el gobierno democrático de Salvador Allende, como parece demostrar un estudio internacional publicado este mismo año.
Lo cierto, en cualquier caso, es que el régimen liderado por Augusto Pinochet dejó caer una cortina de acero sobre Neruda, sus obras y su legado.
Se abandonaron sus casas, fue excluido de los planes de estudio y mientras el mundo lo celebraba, en su país era una sombra que producía urticaria en los dirigentes e indefinición entre los jóvenes, que dejaron de conocerlo.
"Neruda era un machista, que trataba mal a las mujeres", asegura Marcela, estudiante de secundaria en una institución del centro de la capital. Una opinión que comparte Camila Ramos, estudiante universitaria, activista del potente movimiento feminista en Chile, quien asegura que el poeta "no gusta a las nuevas generaciones".
El origen es uno de los capítulos más oscuros de la vida de Neruda, que el propio escritor comenta de forma abierta en su autografía "Confieso que he vivido".
Allí describe lo que se interpreta como la "violación de una joven" en Ceilan, cuando ejercía de cónsul; de ahí, se saltó a una interpretación machista del reconocido verso "me gusta cuando callas porque estás como ausente", que el movimiento feminista convirtió en "Neruda, cállate tú", y en una corriente que promueve dejar de leer sus obras, al que se han opuesto escritoras como Isabel Allende.
"Si tomáramos esa decisión, dejaríamos de leer a prácticamente todos los poetas chilenos. No estoy segura si vamos a entrarle a la obra de Neruda y dejando impolutos al resto de los poetas", quiso zanjar años atrás la escritora chilena Diamela Eilit, tras recibir Premio Nacional de Literatura