Se trata de una pieza sacramental que fue sustraída en 2012 desde el Santuario del Carmen.
"No tenemos nada que ocultar, estamos tranquilos", dijo uno de los hijos del empresario.
La indagatoria sobre Cardoen se da en medio del escándalo por las estatuas robadas en poder de Raúl Schüler.
Una pieza sacramental robada en 2012 fue hallada, presuntamente, en el Museo de Colchagua, del empresario Carlos Cardoen. Esto llevó a la Fiscalía de O'Higgins a abrir una investigación por otras especies de procedencia dudosa en el mismo lugar.
La Brigada Investigadora de Delitos Contra el Mediambiente y Patrimonio Cultural de la PDI (Bridema) inspeccionó el Museo para recuperar la pieza -un copón- y está realizando peritajes para determinar si es la misma que fue sustraído hace siete años desde el Santuario del Carmen.
"Estos hechos datan del año 2012, en que se recibió una denuncia por parte del rector del Santuario del Carmen de Curicó, dando cuenta de la sustracción de un copón utilizado en las ceremonias litúrgicas de la Iglesia", explicó a La Tercera el fiscal Miguel Gajardo.
El persecutor detalló que el objeto "tendría un gran valor patrimonial debido a su antigüedad y a los elementos de los que estaba compuesto", y que, si bien en la época se investigó el robo, no se logró "acreditar los posibles autores".
A partir de la nueva investigación realizada por Bridema, se estimó que otras piezas del Museo de Colchagua podrían tener una procedencia no aclarada, y ante las respuestas poco consistentes, se informó a la Fiscalía Regional de O'Higgins para analizar el caso.
"Somos inocentes"
El abogado Óscar Acuña Poblete, representante de la Fundación Cardoen, aseguró al diario que el objeto en cuestión "estaba en la exhibición del Museo porque es bastante bonito, muy representativo", y que cuando se conoció la versión "de que podría haber sido sustraído, se ofreció toda la información".
En tanto, Andrés Cardoen Aylwin, uno de los hijos de Carlos Cardoen, dijo coincidir con que "es necesario, en el caso de los museos, tener clara la procedencia de las piezas, de dónde vienen las colecciones".
En esa línea, sostuvo que "en el Museo de Colchagua existe una trazabilidad de todas las piezas y colecciones. No tenemos nada que ocultar. Las investigaciones se tienen que realizar y nosotros estamos tranquilos".
