A sus 125 años, el Museo Nacional de Bosnia-Herzegovina en Sarajevo tiene cerradas sus puertas por la falta de financiación que, junto con los problemas no solucionados sobre el estatuto del patrimonio cultural del país, tiene en jaque también a otras seis instituciones culturales bosnias.
Así las cosas, desde octubre de 2012, cuando cerró el Museo Nacional, permanecen ocultas al público numerosas obras de interés internacional, como el valioso códice ilustrado "Hagadá de Sarajevo" que, originario de la España medieval, llegó a Bosnia con los judíos expulsados por los reyes Católicos.
Tampoco el barco prehistórico más grande de Europa, ni una de las mayores colecciones entomológicas del mundo, con más de 500.000 insectos, pueden verse.
Unos 200 museos, galerías, librerías y otros institutos académicos del mundo se han sumado a una acción internacional de solidaridad con los museos de Bosnia.
Entre ellos está la barcelonesa Fundación Joan Miró, que del 1 al 3 de abril colocará una cinta amarilla ante la obra "Fuente de Mercurio", de Alexander Calder, siguiendo las indicaciones de un llamado hecho por la plataforma bosnia CultureShutDown.
Desde hace meses, los empleados del Museo Nacional no reciben sus ya bajos sueldos y no hay dinero para el mantenimiento del edificio ni para exposiciones.
Mientras, los ciudadanos de Sarajevo han colocado flores y encendido velas frente al edificio del Museo Nacional al tiempo que piden su reapertura.
Recesión y falta de dinero
La recesión y una constante falta de dinero en Bosnia, que todavía lucha contra los traumas de la guerra (1992-1995), así como el estatus legal indefinido de las instituciones de cultura, son las principales causas de la deplorable situación de los museos.
Después de la guerra, Bosnia no ha solucionado la cuestión de propiedad de sus museos ni definido al responsable de sus finanzas.
La directora del Museo Histórico de Bosnia-Herzegovina, Muhiba Kaljanac, aseguró que no es posible gestionar un museo sin el apoyo del presupuesto estatal.
"Mediante la venta de entradas podemos lograr un 20 por ciento de los recursos necesarios, pero el resto debemos obtenerlo del presupuesto", explica.
El gobierno central bosnio asigna cada año unos 430.000 euros a un fondo para el Museo Nacional, suma considerada importante en la deplorable situación económica en que está el país.