El comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago Mauricio Repetto contó este miércoles a Cooperativa las complejas condiciones en las que tuvieron que actuar los voluntarios que la tarde del lunes combatieron el incendio del Teatro Municipal.
Ocurrió "una situación que se da muy pocas veces: el fuego se confinó entre el segundo y tercer piso, situación que dada la serie de salas interiores que tenía el segundo piso, hizo que se nos hiciera difícil llegar a la base del fuego", explicó Repetto.
"Había una cantidad de salas de ballet individuales con tabiquería de madera que ayudaron a la propagación, a la temperatura y a la cantidad de humo y fuego que se veía. Eso hace que se vea como un laberinto, porque existe una serie de salas que no nos dejaban llegar al lugar del fuego, aun cuando mirábamos por cámaras termales", explicó el comandante, que destacó que al interior del inmueble la temperatura era de "entre 600 y 700 grados" Celsius.
Producto de la mentada disposición laberíntica, "el fuego se nos fue perdiendo en algún minuto y tuvimos que hacer una ventilación vertical, como le llamamos nosotros: penetrar por el techo para poder liberar el fuego y apagarlo, para que no se traspasara a la nave central del teatro".
Los voluntarios tuvieron que penetrar por el techo para que no se expandiera el fuego a la nave central, explicó Repetto. (Foto: EFE)
El comandante explicó que "la red húmeda del teatro funciona, pero no era lo mejor para poder atacar un fuego de las características que había", además, "no alcanza todos los lugares del sector donde se encuentran los talleres".
El combate del fuego "se nos hizo más difícil de lo normal. Lo importante es que pudimos controlar la situación y no pasar a mayores", expresó.
Desafío para las autoridades
En opinión del comandante, y a partir de las experiencias que deja este suceso, "los edificios patrimoniales deberían tener una condición especial de cuidado, dadas las características de antigüedad que tienen. Me imagino que la autoridad debería subvencionar a los dueños de los locales para que tuvieran prevención respecto a este tipo de situaciones".
"Los edificios patrimoniales en general son estructuras de siglo pasado, muy antiguas, que tienen maderas muy resecas (...) y eso es un peligro inminente en caso de fuego". A ello se sumó en este caso específico "mucho elemento combustible: el vestuario, la zapatería, pelucas, pinturas y la madera".
"Todavía no tenemos las causas definidas", pero se espera para las próximas horas un primer informe que se derivará a la Fiscalía, informó.