Cirque du Soleil tiene agendadas funciones hasta el 5 de agosto.
Actores y hasta el Presidente Piñera se contaron entre quienes aplaudieron la puesta en escena.
Cálidos aplausos, risas y mucha complicidad de parte del público acompañaron la puesta en escena de "Quidam", espectáculo que tuvo su función de premiere la noche del martes en Santiago.
Unas 2.500 personas llegaron hasta la carpa instalada en el Parque O'Higgins, entre ellos numerosos actores como Marcial Tagle, Marcelo Alonso, Alvaro Rudolphy, Claudia Burr y Francisco Pérez-Bannen o la Reina Guachaca Javiera Acevedo.
Anita Reeves por ejemplo sostuvo que se trata de un espectáculo "maravilloso y mágico", donde el Cirque du Soleil demuestra todo el trabajo que hay detrás de cada función.
Destacó que su prolija puesta en escena no es producto de la casualidad sino de horas y horas de ensayo.
Por su parte su colega Francisca Imboden calificó el show como muy bonito y se mostró encantada por la "plasticidad" de los intérpretes.
En primera fila estuvo el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, quien compartió con el Presidente Sebastián Piñera y su esposa Cecilia Morel.
"Tuve la suerte de estar en una ubicación privilegiada y muy contento de haberlo visto y muy contento de que tengamos la posibilidad de verlo como espectadores acá en Chile", dijo el también actor.
Según su relato, al Mandatario "le gustó mucho" la obra, pero debido a su fuerte de trabajo se tuvo que ir en el intermedio, "pero estaba muy contento".
Precisamente Piñera fue iluminado en un momento dado de la función en que se buscaban a candidatos del público a subir al escenario, y de inmediato se dejaron sentir algunas pifias, luego de lo cual nunca más fue mostrado.
La trama
Acompañada de una notable banda que toca en vivo, "Quidam" narra la historia de una pequeña, que tras enfrentar la indiferencia de sus padres, se sumerge en un universo en el que la diversión, destreza y agilidad son la tónica, y en el que ella pasa a ser una espectadora privilegiada de una función donde se mezcla por una parte la técnica acrobática, coreográfica y plasticidad, con escenas que arrancan carcajadas y que están pensadas para interactuar con el público.
En ese marco por ejemplo algunos asistentes de pronto pasan a formar parte del repertorio y con mayor o menor gracia salen al paso de las instrucciones de un inusual maestro de ceremonias, en secuencias que terminan por arrancar carcajadas.
El show de dos horas y media de duración tiene un break de media hora, tras el cual la puesta en escena se traslada mayoritariamente a las alturas, vía acrobacias en soga, o en torres humanas que dan cuenta de un espectáculo que pocas veces se ve en estos lados.
