La ministra de Cultura realizó una sentida perfomance durante la inauguración de la sede del Sindicato de Actores, ceremonia en la que afloró la artista que hoy forma parte del Gabinete de Michelle Bachelet.
Por Gonzalo Rodríguez gonzalor@cooperativa.cl
Las lágrimas cayeron desde el rostro de Paulina Urrutia desde el momento mismo que le correspondió tomar ubicación en su asiento del teatro de la sede del Sindicato de Actores de Chile (Sidarte), tras el corte de la cinta correspondiente.
Simplemente resultaron en vano sus evidentes esfuerzos para contener la emoción que la embargaba al ver concretado el proyecto que otrora la tuvo como una de sus mayores impulsoras.
Su mirada daba cuenta de sus sensaciones internas que iban acompañadas de llanto silente, mientras los responsables de la ceremonia y Francisco Reyes, titular de Sidarte, hacían uso de la palabra.
Cuando le llegó el turno de hablar, caminó con paso firme hacia el podio pero cuando los aplausos se dejaron caer desde la platea –repleta de figuras del ambiente artístico- hizo un gesto de "no más por favor".
Con voz sentida le "pidió permiso" a Michelle Bachelet, presente en el acto inaugural, para desmarcarse de su cargo de ministra y hablar como ciudadana y artista.
En su alocución frente a sus pares, la actriz (que no dudó con confesar cuanto los echaba de menos) rememoró los avatares que rodearon la concreción del proyecto que finalmente vio la luz, ideas que fueron entrelazadas por la lectura de pasajes del texto "El loco y la triste" del dramaturgo Juan Radrigán.
Tras pronunciar sus palabras bautizó a su manera el teatro ubicado al interior del inmueble correspondiente a la dirección Ernesto Pinto Lagarrigue 131: simplemente besó el suelo.
En la misma ceremonia se homenajeó a una veintena de profesionales de gran trayectoria, entre ellos Bélgica Castro, Mario Montilles, Mario Lorca y Luis Alarcón, a quienes la Presidenta les hizo entrega de un ramo de flores a modo de reconocimiento por su contribución a las tablas nacionales.
El lugar cuenta con oficinas, salas de ensayo, un teatro con capacidad para unas 120 personas, y una amplia terraza. Su administración estará a cargo de Sidarte, que según adelantó Francisco Reyes, buscará dar cabida a proyectos innovadores que no necesariamente tengan que estar supeditados a cánones comerciales.
Por ello Sidarte se dará a la tarea de contar con financiamiento que provenga tanto en el sector privado como del público, lo que abre las puertas para que los espectadores también se vean beneficiados, ya que accederán a funciones cuyas entradas serán liberadas o tendrán bajo costo. (Cooperativa.cl)
