Columna de Manfred Schwager: Ajustes en el camino
El periodista de Al Aire Libre comenta los play-offs de la NBA.
El periodista de Al Aire Libre comenta los play-offs de la NBA.
Tres días completos sin jugar. Ese es el "premio" del que disfrutan actualmente los finalistas de conferencia en la NBA. Cosas de un calendario determinado desde antes para los play-offs, en que la única opción de ganar un descanso extra en las primeras rondas pasa por cerrar rápido cada serie.
Tres días sin jugar que para nada significan vacaciones. Porque son la instancia que tiene cada equipo de trabajar al detalle, en cancha o en la sala de videos, los movimientos necesarios para lograr una diferencia en un momento clave, que les ayude a ganar un partido más que el rival y así llegar a las Finales.
Un trabajo que deben hacer a conciencia en Cleveland. Con el marcador 0-2 ante Boston, los Cavaliers necesitan imperiosamente igualar la serie en los próximos dos partidos que jugarán en casa, y así al menos posponer un triunfo de los Celtics que por lo mostrado esta semana parece casi inevitable.
Y es que la tarea de Tyron Lue es grande: sólo LeBron James ha dado sus habituales muestras de alto nivel en instancias clave, mientras el resto del plantel ha sufrido tanto en ataque como en defensa con el orden y la consistencia de Al Horford y compañía, quienes pese a su juventud han respondido a un alto nivel frente al desafío que actualmente los ocupa.
Sabiendo que James siempre logra anotar, la prioridad en los Cavs debe estar en fortalecer su parte defensiva, uno de sus puntos débiles a lo largo de la temporada y donde una mejora sólida y sostenible puede darle nueva vida a los actuales subcampeones de la liga.
En el Oeste, en tanto, la clave para ganar la serie está en el ataque. Aunque hablamos de los equipos que más y mejor anotan en toda la NBA, los primeros dos partidos disputados en casa de los Rockets fueron el mejor testimonio posible de cómo una ofensiva bien planificada puede superar las constantes rotaciones de jugadores en que se basan sus exitosas defensas.
Ambos elencos cuentan con anotadores de primer nivel en sus filas, como James Harden y Eric Gordon por un lado, y Steph Curry y Kevin Durant en el otro. Sin embargo, la diferencia en cada encuentro la marcó el movimiento del balón en ataque, que le permitió a Golden State en el primer punto y a Houston en el segundo manejar el ritmo de cada partido hasta lograr canastas fáciles que fueron construyendo una sólida ventaja.
Tanto los Rockets como los Warriors plantean una ofensiva similar, buscando siempre al hombre libre que tenga la mejor opción de lanzamiento. Es por eso que la clave para romper la igualdad en esta serie pasa necesariamente por mezclar intensidad y paciencia a la hora de provocar esa ventaja, además de la precisión para aprovecharla.
Cuando estos equipos vuelvan a enfrentarse, el sábado en Cleveland y el domingo en Oakland, podremos ver qué ajustes priorizó cada entrenador. Porque incluso con más de 90 partidos ya disputados en la temporada sigue habiendo un gran margen para mejorar en cada propuesta de juego