La columna de Aldo Schiappacasse: Como la Yihad le robó niños al fútbol

La novela se llamó originalmente "Las estrellas de Sidi Moumen", porque trataba de un grupo de muchachos marroquíes que jugaban al fútbol en el barrio más marginal y violento de Casablanca. Pero con las traducciones y el éxito posterior pasó a llamarse "Los caballos de Dios", que es el apelativo en árabe para los niños que portan chalecos explosivos y se inmolan en sitios públicos con la promesa religiosa de ganarse el paraíso.

Su autor es Mahi Binebine, un artista plástico que tras la persecución política contra uno de sus hermanos emigró primero a París y luego a Nueva York. El 2002 volvió a Marruecos donde publicó varias novelas hasta que el 2010, basándose en hechos reales ocurridos el 2003, escribió sobre los niños que cabalgarían al cielo después de crear un infierno en la tierra.

La novela fue un éxito inmediato en Francia, donde pronto se transformó en película. Resistida en algunos países por la crítica de que hacía apología de la violencia y justificaba en la pobreza, la miseria y la persecución política la decisión de convertirse en bombas humanas, recién fue traducida al español a finales del 2015 por Alfaguara, bajo el título de "Los caballos de Dios".

El narrador de la historia es un niño que se hace llamar Yashin por su idolatría al arquero soviético apodado "La araña negra". A través de su voz vamos conociendo como juegan contra otros rivales igualmente miserables en los espacios que le ganan a los basurales, tras la muralla que divide Casablanca para esconder a los pobres. Ninguno va a clases, se drogan con frecuencia y las Estrellas de Sidi Moumen con el paso del tiempo juegan cada vez menos al fútbol, seducidos por un Imán que les da trabajo, tres comidas al día, albergue y una educación que los llevará, irremediablemente, a convertirse en potros trotadores en busca del cielo.

Hoy, tras los atentados ocurridos en París en Le Bataclan y en La Ramba en Barcelona, y la creciente ola de inmigración, "Los caballos de Dios" es un libro obligatorio para entender el fenómeno de la violencia yihadista. Sobre todo por estos días, cuando el terrorismo no tiene muchas explicaciones, parece tan incomprensible y nos provoca tanto daño y dolor.