La columna de Aldo Schiappacasse: Temuco, la violencia no es camino
Revisa la opinión del comentarista de Al Aire Libre en torno a lo ocurrido por Copa Sudamericana.
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Lo de Temuco fue -para los tiempos que corren- una hazaña. Ganar los seis puntos en disputa frente a un equipo argentino en el marco de las fases finales de una Copa Sudamericana es un logro que pocos equipos chilenos pueden lucir en la última década. Más mérito aun tratándose de un debutante en el terreno internacional.
Quizás esa misma inexperiencia atentó contra su suerte, porque la mala inscripción de un jugador es un detalle que debió evitarse. Los reglamentos son los reglamentos y eso lo sabe todo el mundo que juega al fútbol, en cualquiera de sus divisiones.
Lo injusto sigue siendo -siempre- que por errores administrativos se resten puntos obtenidos en la cancha, en buena lid. Y esa debería ser la tarea que, a partir de ahora, la dirigencia de Temuco -encabezada por Marcelo Salas- emprenda ante la ANFP y la Conmebol. Porque la forma de cambiar la injusticia es enfrentándose a ella, y la mejor manera es proponer, firme y seriamente, que nunca más un tema de secretaría que no afecte el rendimiento en cancha sea sancionado con pérdida de puntos o modificación de un resultado.
Propongan penas económicas, sanciones a posteriori, inhabilitación del jugador, pero no distorsionar la lucha deportiva, como pasó, por cierto, en las pasadas clasificatorias. Ese sería un camino ejemplar, toda vez que obligaría a nuestros dirigentes a tomar una posición frente al tema.
La Ley del Talión en nada favorece ese propósito. Apedrear el bus de San Lorenzo, lanzar objetos a la cancha, herir a un preparador físico les hizo un flaco favor a los reclamos de los temuquenses. Ni la violencia ni el desquite son elementos aceptables en una disputa de esta naturaleza, y seguramente significarán nuevas sanciones para un club que, en justicia, debería estar festejando el mayor logro deportivo de su historia.