La columna de Marcelo Barticciotto: Colo Colo caminó por la cornisa
El equipo de Héctor Tapia jugaba un partido soñado y se complicó.
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Por Marcelo Barticciotto, @marcelobarti
Colo Colo ganó su partido frente al elenco ecuatoriano de Delfín, y eso no es poco, estaba urgido y necesitaba solo de una victoria para seguir con vida en la Copa Libertadores.
Parecía una noche soñada para el elenco de Héctor Tapia, manejaba la pelota, dominaba el juego y se creaba las mejores situaciones de gol, y por si fuera poco, contaba con el que en definitiva fue la figura excluyente del partido, Jorge Valdivia.
El "Mago" estaba en su noche, jugaba y hacía jugar, pedía todas las pelotas y siempre le encontraba algún destinatario, se dedicó a jugar que es lo que mejor hace. Estuvo en los dos goles, en el primero asistió a Paredes para que éste dejara en posición de gol a Jaime Valdés, y en el segundo, después de una jugada individual fue en busca del arquero Ortiz para que le cometiera penal.
Colo Colo ganaba 2-0 y el resultado era mezquino, pudo haber marcado mayor diferencia, llegaba y llegaba.
Por el otro lado lo inquietaban muy poco, y parecía que los astros se habían alineado a su favor, Delfín, aparte de ser dominado y de estar abajo en el marcador, se quedó con uno menos, Nazareno aplaudió al árbitro dos veces y se tuvo que ir a las duchas antes que termine el primer tiempo. Si había que soñar un partido, éste era, se veía venir un segundo tiempo igual o mejor que el primero. Colo Colo jugando bien, ganando 2-0, con un jugador más.
Era de esperar un marcador mayor, y así jugar con la diferencia de gol en caso de un empate en puntos para pelear el grupo.
Pero nada de eso pasó, salieron al campo de juego y daba la sensación que se habían cambiado las camisetas, Colo Colo retrocedió en el campo, y el manejo de la pelota era hacia atrás y muy lento, jugaba con el resultado puesto y eso es muy peligroso, Delfín suplantó al jugador menos con actitud, ganas, vergüenza deportiva y se le fue encima ayudado por la pasividad del equipo de Tapia.
El conjunto de Manta se creaba situaciones de gol hasta que faltando 15' logró descontar y fue justo. Premio para uno que lo fue a buscar y castigo para otro que quiso jugar con el resultado y no pudo. Lo pudo empatar Delfín, y nadie se hubiese sorprendido, Colo Colo caminó por la cornisa, esta vez no se cayó; quizás para la próxima, si repite lo del segundo tiempo, la caída pueda ser irreversible.
Sigue con un hilo de vida, depende de lo que hagan los demás, pero por sobre todo, depende de sí mismo, y eso no es poco.