Fueron seis años de espera para ser campeón, aunque cinco de ellos con penumbras tras un partido que derribó ilusiones, pero a los hinchas.
Universidad Católica gritó campeón. Y bien gritado. Es que fueron 1.784 días de corazones apretados, de gargantas clausuradas, de lágrimas derramadas, de frustraciones repetidas y de muchos "hasta cuándo".
Todo comenzó con el sueño del bicampeonato. La UC nunca ha ganado dos títulos seguidos y el Apertura 2011 era la ocasión ideal. Hasta los 54 minutos de la final de vuelta todo iba en orden, pero el rival hizo el gol que le faltaba para dar vuelta la llave.
La desilusión fue grande, pero los "cruzados" siguieron de pie. No me refiero a los jugadores, sino a sus hinchas, que siguieron apoyando pese a los golpes que se venían en los siguientes cinco años.
Gran sentido hacen las palabras de Cristián Álvarez terminado el encuentro con Audax Italiano. "El estadio debería haber estado vacío después del martes. Pero vinieron y lo llenaron. Gracias hinchas". Es que no era sólo la derrota ante San Luis, sino un tren de sinsabores que bien vale recordar para valorar más #la11.
Clausura 2011. Había olor a revancha, aunque ya sin Juan Antonio Pizzi en la banca. El DT partió a Rosario Central y la dirigencia le dio la oportunidad a Mario Lepe, quien tuvo un interinato en 2008 aunque sin éxito. El destino quiso nuevamente un clásico universitario, claro que ahora en semifinales. Los azules ganaron 2-1 en San Carlos y la UC ganó por el mismo marcador en el Nacional. Al final el mejor lugar en la tabla general dio paso a la "U" a la final. Si hubo una satisfacción, por pequeña que fuera, fue que un gol de José Luis Villanueva a los 90 minutos le quitó el invicto a los dirigidos de Jorge Sampaoli.
Apertura 2012. Con la clasificación a playoffs concretada, el rival en cuartos de final era uno que venía provocando rabias desde la década pasada: Unión Española. Los "rojos" ganaron 3-0 en Santa Laura y la revancha sólo dio un 1-1. En este torneo hubo dos entrenadores. Es que Lepe dejó la banca avanzado el campeonato y Andrés Romero tomó el cargo. Debutó para el cumpleaños 75 de los universitarios con una victoria 3-0 sobre La Serena. Claramente la eliminación no era su culpa y muchos hubieran querido su continuidad, pero Cruzados ya tenía un nuevo técnico.
Clausura 2012. Martín Lasarte, uruguayo, llegaba como un DT con experiencia para la UC. Dirigió a Claudio Bravo en España, con quien logró el ascenso a Primera División junto a la Real Sociedad. Fue un torneo no acorde a lo logrado a nivel internacional. La "franja" llegó a semifinales de la Copa Sudamericana, pero no fue capaz de entrar a play-offs. Cosas que pasan.
Transición 2013. Este campeonato lo disputaron palmo a palmo con Unión Española y por lo mismo el duelo entre ambos tomaba mucha trascendencia. Jugaron en San Carlos y ganaron 3-1 los hispanos. Al final del torneo llegaron ambos con 38 puntos, pero los "rojos" tenían mejor diferencia de gol (+20 contra +17) y se quedaron con la corona. La dirigencia católica encontró injusta esa medida y pidió a la ANFP que cambiaran el artículo del reglamento referente a eso. En Quilín acogieron la demanda y desde el torneo siguiente, si había igualdad en puntaje, habría final.
Apertura 2013. En esa ocasión la UC volvió a ser protagonista, aunque ahora el gran rival fue O'Higgins. El partido entre ellos fue en la precordillera y ganó 2-1 la visita. Llegaron ambos equipos con 39 puntos al final de torneo y hubo final. Los "celestes" ganaron por la cuenta mínima y obtuvieron su primera estrella. Para qué decir que los dirigidos de Lasarte tenían mejor diferencia de gol (+24 contra +15). Si no hubieran reclamado... Palabras aparte para la Copa Sudamericana. Volvieron a quedar fuera con Sao Paulo, pero ahora en octavos de final y con una noche de Rogerio Ceni para pegarse cabezazos. Tapó todo.
Clausura 2014. Con el DT uruguayo ya fuera del club, fue el turno de Rodrigo Astudillo quien tenía vasta experiencia en divisiones inferiores. Este torneo lo pelearon con Colo Colo, aunque la disputa no fue hasta el final principalmente por la buena campaña del "cacique. La UC terminó en el segundo puesto, pero a lejanos nueve puntos del campeón.
Apertura 2014. Cruzados escogió al argentino Julio César Falcioni para tomar la banca de la UC. Un DT que había sacado campeón de su país a Banfield y Boca. Daba para ilusionarse, sin embargo, dio para llorar. Míseros 20 goles (lo más bajo de los universitarios en torneos cortos) provocó que terminaran en el decimocuarto puesto, de dieciocho posibles. El entrenador trasandino ni alcanzó a terminar de dirigir el campeonato y en las fechas finales lo reemplazó como interino Patricio Ormazábal.
Clausura 2015. Llegó la oportunidad para un técnico chileno: Mario Salas. Sus últimas experiencias eran con la selección Sub 20 de Chile, con la cual llegó a cuartos de final del Mundial de Turquía 2014. Acá la lucha fue con Colo Colo y Cobresal hasta las fechas finales. En la penúltima jornada había chances de campeonar y el rival de turno era Iquique en San Carlos. La UC se fue 3-0 al entretiempo y para no creerlo: el encuentro terminó 3-3. Los "mineros" ganaron su duelo y gritaron campeón.
Apertura 2015. Lucha por el título nuevamente con Colo Colo. Ambos llegaron a la última fecha con chances de ser campeón, la UC un punto bajo los "albos". El problema fue que el "cacique" no pudo jugar su partido con Wanderers por incidentes y los "cruzados" igual enfrentaron a Audax Italiano. Ganaron 1-0 los "verdes" y los "blancos" se quedaron con el título sin disputar su encuentro.
Clausura 2016. La tercera es la vencida, es el dicho. Para Lasarte no lo fue, pero para Salas sí. Un torneo muy irregular que terminó con O'Higgins, la UC y Colo Colo disputando la corona. En la última fecha a los "celestes" les bastaba con ganar para gritar campeón, merced a que los dirigidos del "Comandante" perdieron con San Luis en la jornada anterior.
Sin embargo, los rancagüinos eran derrotados por Universidad de Concepción y eso daba la obligación a los universitarios de ganar. El problema es que a los 69 minutos perdían por la cuenta mínima con Audax.
Ahí apareció la gente a la cual le agradeció Álvarez. El público se descontroló, enojado por todo este camino o esperanzado por la opción de hacer dos goles y dar la vuelta olímpica.
Fue así como David Llanos (70') y José Pedro Fuenzalida (84') giraron el marcador y bajaron la undécima estrella para Católica. De ahí a los festejos que deben alargarse por el tiempo que cada uno estime conveniente.
Cristián Álvarez y Cristopher Toselli fueron los únicos jugadores que caminaron completo este "desierto" de cinco años. Y en el caso del "Huaso" fue especial, ya que volvió a la UC a mediados de 2011 desde Universitario, justo tras la fatídica final ya nombrada.
En él cayó la jineta tras la partida de Milovan Mirosevic (2014) y pese a que gran parte del último torneo fue relegado a la banca, Toselli, su sustituto en la capitanía, siempre entendió quién era quién. Cada vez que Álvarez entraba a la cancha, el portero le pasaba la jineta. Y obviamente para levantar la copa, ahí estuvo el curicano que debutó en la "franja" en 1997 y ganó su primer campeonato con la UC hace 14 años.
Quién mejor que él. Y lo grafico en dos imágenes. La primera, arrodillado y llorando de emoción con sus hijos, representando a tantos que botaron lágrimas en este tiempo. De pena, de emoción y de alegría. Y la segunda, levantando el Huemul de Plata con un grito eterno, en un desahogo que por fin soltó los corazones, abrió las gargantas y corrió la nube negra. Salió el sol para la UC, que empiece el carnaval y un nuevo sueño de bicampeonato.
