La columna de Pelotazo: Las enseñanzas de Salazar

Hace cinco años Álvaro Salazar debutó en Colo Colo siendo el cuarto arquero del plantel dirigido por Omar Labruna. Le antecedían Renny Vega, Francisco Prieto e Ignacio González. Desde aquella jornada que cerró la fase regular del Clausura 2012, donde el cacique goleó 5-1 a Audax Italiano, a la fecha 13 del Clausura 2017 pasó mucha agua bajo el puente.

En la temporada 2014-15 el portero fue mandado a préstamo a Barnechea para sumar minutos. Lo hizo y volvió a Macul.

A su regreso el técnico José Luis Sierra dispuso que ahora fuera el tercer arquero, tras Justo Villar y Paulo Garcés. Y así fue esperando su momento, hasta que el paraguayo se lesionó y el chileno fue relegado por bajo rendimiento.

Salazar volvió a tener su oportunidad ante Palestino. Y pese a que Colo Colo no ganó, mantuvo su arco invicto, situación valorable para un futbolista que volvía a jugar tras cinco meses.

En aquella ocasión el portero se vistió de corto porque Pablo Guede dio descanso a todos los titulares para la final de Copa Chile ante Everton. Fue por necesidad, pero de otro torneo. Ahora la necesidad era por este campeonato.

El contexto de luchar por un título no daba espacio para errores y ante Everton era la primera de tres finales para el cacique. Salazar estuvo a la altura con tres tapadas notables y mantuvo a su equipo siempre con chances en el partido. Incluso cuando a los 90+1 los ruleteros empataron parcialmente. El local tuvo la jugada del triunfo, pero el portero la mandó al córner. Jugada siguiente, 3-2 de Christofer Gonzales.

El linarense fue la figura del partido. Lejos. Alguien dirá que el peruano, por el gol del triunfo. Sin embargo, para que ese gol haya permitido ganar los tres puntos, harto aportaron las manos del "13" albo.

Lo que le ocurre a Salazar es una enseñanza de vida. Por dos razones.

Primero. Siempre hay que estar disponible para el llamado. De lo que sea: trabajo, amor, proyectos varios. A Salazar la oportunidad le pudo llegar antes. Guede decidió que cuatro fechas antes del final. Como si le gustara el suspenso. No se equivocó.

Y segundo. Hay que estar preparado para rendir. No es fácil ser tercer arquero y jugar con la presión que si el rendimiento es bueno ayudarás a tu equipo a ser campeón. Salazar hasta ahora ha rendido, y pese a que ha recibido goles, se le ve con carácter, celebrando sus atajadas.

Si incluso en los tiros de esquina le daba ánimo a sus compañeros cuando el partido estaba 1-1. Debe ser la imagen que más me quedó grabada. Lo lógico es que fuera al revés. Todos los compañeros tienen más experiencia que Salazar en Colo Colo, como para animarlo en el desafío que está teniendo. Sin embargo, el arquero se ve como si llevara diez años en el arco del cacique. Bien por él.

A propósito de Salazar (24) y arqueros jóvenes, un apunte al cierre. ¿Sabía usted que el promedio de edad de los porteros de la Roja es 32 años? Claudio Bravo tiene 34 años, Johnny Herrera tiene 35 y Cristopher Toselli tiene 28. Es momento de tener un tercer arquero joven. Ya sea el ahora titular en Colo Colo, Brayan Cortés (22) o Gabriel Castellón (23).

El recambio en el arco siempre debe ser tema. Porque cuando te confías en que el titular rinde y es experimentado, una lesión te puede cambiar todo. Es cosa de fijarse en Colo Colo y todo lo que ha vivido en trece fechas.