La columna de Pelotazo: Manjar para el futbolero
El encuentro entre Unión Española y Universidad Católica fue un regalo para quienes esperamos ver a dos equipos buscando la victoria de principio a fin.
El encuentro entre Unión Española y Universidad Católica fue un regalo para quienes esperamos ver a dos equipos buscando la victoria de principio a fin.
Lo del sábado en Santa Laura será recordado por mucho tiempo. No me refiero sólo a los hinchas de Universidad Católica y Unión Española, que para bien y para mal, tendrán postales para reír y lamentarse. Me refiero al futbolero, a ese que dedica espacio en su día para ver a un equipo que no es el suyo y se encuentra con un regalo.
Lo más fácil será elegir cada fin de semana a Real Madrid, a Barcelona, a Bayern Munich, a Manchester City, a Borussia Dortmund, donde en un alto porcentaje, hay chances de presenciar un buen espectáculo.
En la previa a la fecha 9 del Apertura el choque entre rojos y cruzados era el duelo de la jornada. Era el puntero ante el tercero, con tres unidades de distancia. Más sazón le puso a la previa de este encuentro el triunfo de Iquique ante Huachipato (2-1), porque los "dragones celestes" alcanzaron el liderato y obligaban más a los pupilos de Martín Palermo y Mario Salas a ganar el partido. Los locales querían retomar la punta y los forasteros querían mantener vivo el sueño de su primer bicampeonato.
Los hispanos tuvieron un primer tiempo memorable. Impecables en todas sus líneas, se fueron tranquilamente 2-0 al descanso con goles de Carlos Salom y Diego Churín. La UC falló en lo que no podía: descuidar a dos de los goleadores del torneo.
En la segunda etapa vino la reacción cruzada. A los 20 minutos, sobre todo a base de coraje, la visita se puso 2-2 con una chilena de Ricardo Noir y un tanto de José Pedro Fuenzalida. Eso afectó a la Unión, que veía como un partido que parecía abrochado, se les escapaba de las manos.
Vale mencionar que cuando el marcador estaba 2-0 y 2-2 Cristopher Toselli tuvo una atajada para mantener la ilusión de la franja en un partido que parecía perdido. Esa sensación se difuminó a los 74 minutos gracias a otro gol del "Chapa". Católica estaba 3-2 y con espacios para buscar otro gol que sentenciara el partido.
En esos momentos la mente me llevó a Puerto Montt en 1997. La UC perdía 2-0 con los salmones y lo ganó 3-2 con un gol de Andrés Romero. Ese partido fue por el Apertura, campeonato que los dirigidos de Fernando Carvallo obtuvieron en una final ante Colo Colo.
Sin embargo, el recuerdo se esfumó con el 3-3 de los rojos. Adrián Scifo ganó un rebote y así los locales con más ganas que fútbol parecían rasguñar un empate que seguía pareciendo poco para la ventaja que tuvieron.
Quedaban dos minutos para el final y faltaba que apareciera el '9' de la Roja el martes pasado ante Perú. Una semana inolvidable para Nicolás Castillo, que fue titular por primera vez en un partido por los puntos en la selección y anotó el 4-3 ante los hispanos.
Partidazo. Católica se sacudió en un encuentro clave por el título. Este encuentro era semejante al del torneo nacional 2013. Esa vez fue en San Carlos y lo ganó Unión, a la postre el campeón. ¿Cuántas veces en los últimos cinco años los hinchas cruzados vieron a su equipo hacer el esfuerzo por ganar y no lograrlo? Bueno, llegó el día de darse cuenta que después de la lluvia está al arco iris y que algún día te tiene que tocar bailar con la bonita.
En mi hemeroteca mental este 4-3 entra a un libro con el 5-4 de Universidad de Chile ante O’Higgins en 1999, el 4-4 de Colo Colo ante La Serena en 2006 o el 5-5 de Everton con La Serena en 2008. Partidos que parecían resueltos y/o que se definieron en el último suspiro.
A quienes creen que el fútbol es cíclico, un datazo. La última vez que Católica ganó 4-3 como visita por el torneo nacional fue el 13 de octubre de 1990. Casi 26 años exactos. ¿El rival? El mismo. ¿El estadio? El mismo. ¿El día? Sábado, tal como ahora. La diferencia estuvo en que los cruzados ganaban 3-0, descontaron los rojos 3-2, Pablo Yoma anotó el cuarto gol cruzado y Juan González marcó el último descuento local.