La columna de Rodrigo Goldberg: Revolución
El comentarista de Al Aire Libre analizó la nómina de la selección chilena.
El comentarista de Al Aire Libre analizó la nómina de la selección chilena.
Por Rodrigo Goldberg, @polaco_goldberg.
Honestamente, y como en oportunidades anteriores, la nómina de la selección, que tanto revuelo causaba en sus años, ahora genera, a lo más, un respingo de nariz o una expresión mas cercana al "mmm". Pero no más que eso.
Las razones son bastante sencillas. Primero porque se trata de partidos amistosos que un gran porcentaje de la población apenas mira (es cosa de ver el rating) lo que está asociado a la ausencia de los grandes nombres que tantas alegrías nos dieron. Segundo porque nuestra población futbolera (y no futbolizada) desconoce un importante numero de futbolistas chilenos y sus campañas.
Sin embargo, hay una luz de alerta que empieza a encenderse. No es para hacer un drama pero sí para ponerle muchísima atención.
Desde el estrepitoso fracaso que significó no ir a Rusia, este columnista ha mantenido (y lo seguirá haciendo) que hay jugadores históricos que aún tienen mucho por dar en nuestra Roja. Y los insignes nombre de Claudio Bravo, Alexis Sánchez y Arturo Vidal, que son lo más granado de nuestro representativo, aparecían como los estandartes lógicos para iniciar la nueva batalla. Sin embargo, su pobre realidad obliga a replantear el mediano plazo entendiendo que todos ellos están luchando contra sus propios demonios en el día a día.
Por tanto, lo que antes aparecía como una búsqueda complementaria, hoy empieza a convertirse en una búsqueda cada vez mas urgente. Esto no quiere decir que los tres nombrados no vayan a estar ni mucho menos. Pero es un hecho que no están en su mejor momento anímico-futbolístico. A eso hay que sumarle un elemento vital y es la ascendencia que ellos ejercen en el plantel. Nadie en su sano juicio podría rebatir y pelear el protagonismo que tienen en la selección. Pero glorificar todo lo que han hecho, incluyendo sus errores, puede terminar en lo que vimos el año pasado en Sao Paulo. Grandes jugadores buscando el por qué.
Es cosa de hacer memoria corta. Casi todos los nuevos nominados señalaron que era una "falta de respeto hablar de recambio" cuando ellos mismos eran quienes constituían dicho proceso. Ninguno se atrevería siquiera a hacerle frente ante un error.
Si eso ocurre fuera de la cancha imagínese usted querido/a lector/a (o queride lecter en estos tiempos) lo que podría pasar dentro del sagrado rectángulo de césped.
La selección chilena necesita con urgencia nombres históricos como Vidal, Sánchez, Aranguiz y compañía. Pero también necesita savia nueva que venga a revolver el gallinero y sacudir el ego de nuestras glorias. Lo que fue la mayor virtud (creerse los mejores), terminó por ser nuestro peor defecto.
Es tarea de los nuevos romper ese quiste y dar un nuevo impulso, de lo contrario, seguiremos viviendo de la historia.