El español Fernando Alonso (Ferrari) ganó este domingo el Gran Premio de China, la tercera carrera del Mundial de Formula 1, que se disputó en el circuito de Shanghai.
Alonso cubrió las 56 vueltas a la pista china, para un recorrido total de 305 kilómetros, en una hora, 36 minutos, 26 segundos y 945 milésimas y se impuso por delante del finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) y del inglés Lewis Hamilton (Mercedes) que lo acompañaron en el podio.
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull), líder del Mundial, fue cuarto, por delante del inglés Jenson Button (McLaren) y del brasileño Felipe Massa (Ferrari), que ocuparon los puestos quinto y sexto.
El asturiano logró amplió su leyenda al igualar los 31 triunfos en la categoría reina del automovilismo del inglés Nigel Mansell, la cuarta mejor marca de todos los tiempos.
Alonso, que fue a tres paradas, arrancó muy bien desde la tercera plaza y superó en la salida a Raikkonen, confirmando el sensacional momento de la escudería Ferrari, que vuelve a vislumbrar posibilidades reales de gloria.
Los dos pilotos de Ferrari adelantaron al unísono, antes de la primera curva de la quinta vuelta, a Hamilton, que había arrancado primero, tras haber firmado el sábado su vigésima séptima 'pole'.
A partir de ahí, Alonso gestionó a la perfección la prueba, se unió a Hamilton (que lo había hecho en 2008 y 2011) en su condición de único doble ganador en Shanghai; y, lo más importante de todo, igualó las 31 victorias que logró Mansell, campeón mundial en 1992.
"El león" de Worcestershire subió por primera vez a lo más alto del podio en el Gran Premio de Europa de 1985 (en Brands Hatch, Inglaterra) y añadió otros treinta triunfos para llegar al trigésimo primero, que festejó en el de Australia de 1994 (en Adelaida).
El cuarto Gran Premio de la temporada, el de Bahrein, se disputará el próximo fin de semana en el circuito de Sakhir.