Derrotó a Minnesota Lynx en el quinto y decisivo partido de la final.
Candace Parker fue la gran figura de las campeonas.
El festejo de las campeonas.
Los Angeles Sparks tuvo que esperar 14 años para levantar de nuevo el trofeo de campeón del Baloncesto Profesional Femenino de Estados Unidos (WNBA) y lo hizo después de ganar a domicilio 76-77 a Minnesota Lynx en el quinto y decisivo partido de la final.
Como sucedió durante toda la serie disputada al mejor de cinco encuentro, hasta la última décima de segundo se mantuvo el suspenso después que a falta de tres la alera de origen nigeriano Nneka Ogwumike anotó con una penetración la canasta del triunfo.
Antes su compañera, la ala-pívot Candace Parker, volvió a ser la gran figura de las Sparks al aportar un doble-doble de 28 puntos (12-22, 2-5, 2-4), 12 rebotes y tres recuperaciones de balón que la dejaron como máxima encestadora del partido y ganadora del premio de Jugadora Más Valiosa (MVP) de la final.
El legendario Magic Johnson, de Los Angeles Lakers, que es copropietario del equipo, decidió acompañarlo después de haber vivido la frustración del perder el cuarto partido en el Staples Center, y esta vez su presencia si sirvió de amuleto.
Mientras que las jugadoras del Lynx también tuvieron todo el apoyo de las grandes figuras de Minnesota Timberwolves que se encontraron presentes en el Target Center para darles su apoyo.
El grupo estuvo encabezado por el pívot dominicano Karl-Anthony Towns, Anthony Towns, el alero canadiense Andrew Wiggins y el base español Ricky Rubio.
