La selección griega dio este viernes la mayor sorpresa del Mundial de Baloncesto 2006 al tumbar en semifinales al combinado de la NBA, que llegaba al torneo con la misión de recuperar el honor perdido para Estados Unidos.
Los actuales campeones de Europa dejaron en evidencia a la selección norteamericana, cuyas carencias como equipo eran flagrantes, y la vencieron por 101-95.
Vasileios Spanoulis fue el gran azote de los estadounidenses, con sus 22 puntos en momentos clave, y sobre todo por su manejo del tempo del partido que permitió a los helenos moverse en su hábitat desde el primer minuto.
Estados Unidos venía a tratar de reparar la debacle del Mundial de Indianápolis, donde otro combinado de figuras de la NBA acabó estrellándose y finalizando sexto.
Desde el comienzo del encuentro, Grecia consiguió llevar a su rival a su terreno, al cuerpo a cuerpo, a las posesiones largas, al juego de control. El técnico Panagiotis Yannakis sabía que el mayor peligro que tienen los estadounidenses son sus fulgurantes transiciones y su tiro exterior.
Para parar a la poderosa maquinaria ofensiva norteamericana, Yannakis confiaba en la defensa de su equipo, una de las mejores del mundo, si no la mejor.
La selección helena comenzó buscando a Lazaros Papadopoulos en el poste bajo para que se batiera con Elton Brand, una labor de brega que minó la confianza del pívot de Los Angeles Clippers.
Con los puntos de Dwight Howard y Carmelo Anthony, los estadounidenses lograron una tímida ventaja en el primer corte (12-18, minuto 8).
Grecia entró en el segundo cuarto con mucha prudencia. Siguió controlando el tempo del partido, sin permitir que su rival se distanciara, aunque llegó a ponerse 10 arriba tras un triple de Joe
Jonhson (23-33, minuto 14).
Pero hasta ahí llegó Estados Unidos. A partir de entonces comenzó el recital de juego griego. El equipo de la NBA parecía aturdido ante lo que le estaba cayendo encima y se fue al descanso con cuatro puntos abajo (45-41) tras una nueva canasta de Papadopoulos.
En el tercer cuarto se esperaba una reacción norteamericana, pero no se produjo, porque los helénicos no la permitieron. El conjunto europeo estaba lanzado, jugaba subido a una nube y no hubo quien los pudiera bajar de ahí.
Grecia llegó al último cuarto en la mejor de las situaciones, con 10 adelante. Estados Unidos apretó el acelerador de la mano de Dwyane Wade que metió siete puntos prácticamente consecutivos.
Pero su efecto fue relativo. Michail Kakiouzis y Spanoulis estaban enchufados y no perdonaban desde el perímetro o incluso haciendo el juego que le correspondía a su contrincante, con transiciones
rapidísimas.
Estados Unidos llegó a los instantes finales con una mínima esperanza de salvación. LeBron James logró reducir la diferencia a cuatro puntos (97-93) a falta de 15 segundos. Pero ya era demasiado tarde ante un equipo que si se caracteriza por algo es por su sangre fría en los finales de partidos.
Grecia espera al ganador de la otra semifinal, que disputan España y Argentina, para definir la corona.
Estadísticas
Grecia 101 (14+31+32+24): Dimitrios Diamantidis (12), Nikos Hatzivretas (2), Michail Kakiouzis (15), Antonis Fotsis (9), Panayotis Papadopoulos (8) -cinco inicial-, Theodoros Papaloukas (8), Sofoklis Schortsianitis (14), Vasileios Spanoulis (22), Kostas Tsartsaris (3), Panayotis Vasilopoulos (0) y Dimos Dikoudis (8).
Estados Unidos 95 (20+21+24+30): Joe Johnson (3), Kirk Hinrich (12),
LeBron James (17), Elton Brand (0), Carmelo Anthony (27) - cinco inicial - Chris Bosh (3), Dwight Howard (10), Shane Battier (1), Brad Miller (0), Antawn Jamison (0), Chris Paul (3) y Dwyane Wade (19).
Arbitros: Fabio Facchini (ITA), Cristiano Jesús Maranho (BRA),
Ilija Belosevic (SYM). Excluyeron a Heinrich por cinco personales (39').
Gimnasio: Saitama Super Arena. (EFE)