El quinteto de California se inclinó como local ante Houston Rockets.
Pese a la derrota, Kobe Bryant fue el máximo anotador del partido con 28 puntos.
Los Angeles Lakers sufrieron un inesperado tropiezo como local ante Houston Rockets (112-107), partido que los tejanos se llevaron gracias a la buena dirección de Goran Dragic y la solidez de Luis Scola, que aprovechó la descalificación en el último cuarto de Andrew Bynum para imponer su ley.
Los Lakers, que acumulan su sexta derrota esta temporada en el Staples Center, contaban con 11 puntos de ventaja al inicio de la segunda parte, pero su rival pisó el acelerador y le endosó un parcial de 10-23 que le puso por delante (73-75) y dejó el partido equilibrado para el cuarto final.
Dragic aportó un doble-doble de 26 puntos y 11 asistencias, que lo dejaron como el líder indiscutible del equipo y haciendo que la ausencia del titular Kyle Lowry cada vez se note menos, además de ganarle el duelo individual a Ramon Sessions, el nuevo base y responsable en la dirección del juego de los Lakers.
La victoria permitió a los Rockets mantenerse en el séptimo lugar de la Conferencia Oeste, empatados con los Nuggets de Denver, que también ganaron por 105-99 a los Suns de Phoenix, en el duelo entre equipos que luchan por estar en la fase final.
Kobe Bryant fue el máximo anotador del partido con 28 puntos, pero a falta de cuatro minutos para el final aún no había sumado rebotes ni asistencias, mientras que Pau Gasol estuvo correcto con 14 puntos, 10 rebotes, cinco asistencias y un tapón.
Los angelinos, terceros en la Conferencia Oeste, visitarán a Phoenix Suns en su próximo desafío en la NBA.
