Miami Heat se transformó en el monarca de la NBA 2012-2013 tras derrotar a San Antonio Spurs en el séptimo encuentro de la final por 95-88, consiguiendo así su tercer título y el segundo consecutivo en la liga de baloncesto más competitiva del mundo.
En el comienzo, la imprecisión de ambos elencos se hizo presente en el American Airlines Arena de Florida. Sin embargo, fueron los dueños de casa los que lograron terminar arriba en el marcador en el primer cuarto por un apretado 18-16.
En el segundo parcial el duelo siguió igual de ajustado, pero la ventaja continuó siendo para los de Miami (46-44), principalmente gracias a lo hecho por LeBron James y Dwyane Wade.
El equipo que defendía la corona no le dio espacio al quinteto comandado por Tim Duncan en el tercer cuarto, y pese a que estos lograron ponerse en ventaja, un triple de Mario Chalmers sobre el final dejó en ventaja a los Heat por 72-71.
Tras eso, el cuadro de San Antonio comenzó a mostrar muchas impresiones a la hora de definir y de generar juego, Danny Green nunca estuvo certero con sus lanzamientos y el argentino Emanuel Ginóbili cometió errores que a la postre costaron caros.
En la otra vereda estuvieron varios jugadores de los Heat. El más sorprendente fue el caso de Shane Battier que con seis triples se transformó en uno de los pilares del elenco de Florida.
Otro que fue decisivo fue LeBron James que anotó un total de 37 puntos, cuatro asistencias y 12 rebotes que fueron fundamentales para el triunfo de su escuadra.
En el último cuarto los Heat dominaron sin contrapeso y lograron quedarse con su segundo título consecutivo y el tercero en su historia, en una serie en la que siempre tuvieron que remar desde atrás y que lograron llevarse por 4-3 gracias al triunfo por 95-88 conseguido en una jornada en la que no podían fallar.