El elenco nacional comenzó con la "mano caliente", en especial, Patricio Briones. El veterano e histórico pívot se anotó con dos triples y dominó ambos tableros para conducir a Chile a un comienzo que le permitió al equipo de Manuel Córdova tener ventaja de dos tras el primer cuarto (18-16).
Los uruguayos, muy lejos de su habitual nivel, permitieron que también entrarán en juego Claus Prutzmann y Rodrigo Espinoza, y lo terminaron lamentando luego de la primera mitad.
Chile defendió bien la zona pintada y sólo los arrebatos individuales de Fernando Martínez dañaban la estantería nacional. Incluso el ex NBA Esteban Batista estaba bien controlado por Briones y Jorge Valencia, quienes se alternaban para controlarlo.
En el segundo parcial, el bueno momento de Chile se prolongó e incluso se acentuó. Se sumó Evandro Arteaga y Erik Carrasco a labores ofensivas, lo que permitió más variantes en los lanzamientos externos y en las penetraciones. Chile ganó el parcial por 17-11 y sacó ventaja de ocho (35-27).
De golpe a la realidad
Parecía que Chile se acercaba al milagro, pero en el segundo tiempo Uruguay reaccionó y lo hizo golpeando la mesa. Apareció Batista en los tableros, Martín Osimani se sumó a Martínez y los charrúas victimizaron a Chile en todos los aspectos.
Estuvieron impecables en lanzamientos de tres puntos y desnudaron las falencias en los rebotes de los nacionales. El tercer cuarto finalizó 26-15, un resultado que dejó a Uruguay a un paso de las semifinales.
De cara al último parcial, Chile necesitaba de una reacción, pero nada de eso ocurrió. Los charrúas lo sentenciaron con la misma receta: triples de Martínez y Osimani y buen juego interior de Batista y Mauricio Aguiar.
La esperanza se hizo trizas y ahora el elenco nacional deberá jugar por lugares secundarios.
Su próximo partido será el viernes a las 18:00 horas con rival a definir luego de que finalice la jornada de este jueves.