Mauricio Molina dejó atrás su caída en París 2024 y se enfoca en volver a la competencia

El jueves 1 de agosto Mauricio Molina hizo historia al convertirse en el primer deportista chileno en competir en las pruebas de BMX del ciclismo en unos Juegos Olímpicos, pero 24 horas después, la alegría y la ilusión de estar en semifinales se convirtieron en preocupación cuando el rider de 23 años se cayó y sufrió una fractura de clavícula en la pista levantada en el Velódromo Nacional de Saint-Quentin-en-Yveniles, París.

Han pasado casi cinco meses de los Juegos Olímpicos y de esa caída, y Molina ya está completamente recuperado y con el objetivo final de lograr su clasificación a Los Ángeles 2028 pasando por todo el ciclo olímpico que contemplan los Sudamericanos de Santa Fe en 2026 y los Panamericanos de Lima 2027.

El rider, que se radicó en Chillán, recibió recientemente apoyo de la Fundación Te Apoyamos del empresario Andrónico Luksic para la implementación de un moderno gimnasio, que le permitirá prepararse para los desafíos de los próximos años.

"Han pasado muchísimas cosas desde que llegamos de París, incluida una cirugía y la rehabilitación, además del trabajo psicológico por lo que significa estar arriba, en la cima y luego venir abajo de caída con una lesión. Tener un gimnasio aquí en la casa es cumplir un sueño, ya que los próximos años van a ser full de preparación para Los Ángeles 2028", dijo Mauricio Molina.

Molina agregó "tener este gimnasio en mi casa es cumplir un sueño y le agradezco a Andrónico Luksic y a su Fundación por entregarme este apoyo y todos los recursos necesarios para mi preparación".

Su primer gran desafío del 2025 será el Panamericano específico, que se desarrollará en abril.