El certamen se disputa en Heusden-Zolder, Bélgica.
En tanto, se investiga a una competidora por presunto "fraude tecnológico".
Thalita de Jong se coronó campeona del mundo.
La holandesa Thalita de Jong se proclamó por primera vez campeona del mundo en la categoría elite femenina del Mundial de Ciclocross que se disputa en Heusden-Zolder, Bélgica.
En una carrera muy igualada, De Jong atacó a su principal adversaria, la belga Sanne Cant en la última vuela y se presentó sola en la meta con un tiempo de 41'03".
La francesa Caroline Mani, que arribó 14 segundos después, se colgó la medalla de plata y Cant, a 24", se hizo con la de bronce en el mano a mano con la holandesa Sophie de Boer.
En sub 23, la británica Evie Richards aprovechó su primera prueba de ciclocross fuera de su país para convertirse en la primera campeona mundial de la categoría que se estrenaba en el programa del campeonato.
Sobre un circuito embarrado bajo la lluvia en Heusden-Zolder, Richards se presentó sola en la meta con 35" de ventaja sobre la checa Nikola Noskova y 47" sobre la holandesa Maud Kaptheijns.
Entre los júnior se impuso el holandés Jens Dekker, sobrino del profesional Erik Dekker, por delante de los franceses Mickael Crispin y Thomas Bonnet.
"Fraude tecnológico"
En tanto, la Unión Ciclista Internacional (UCI) anunció la apertura de una investigación en torno a la bicicleta de una de las participantes en la carrera sub 23 por sospecha de "fraude tecnológico".
"La UCI confirma que, siguiendo las regulaciones sobre fraude tecnológico, una bicicleta ha sido apartada para una posterior investigación en los controles realizados en la carrera femenina sub 23 del Mundial de ciclocross. Esto no afecta a ninguna de las corredoras del podio", explicó el comunicado.
La Real Liga Velocipédica Bélga confirmó que la bicicleta investigada es la de su corredora Femke Van den Driessche, una de las favoritas en la categoría, que se retiró de la carrera.
La corredora belga abandonó la prueba alegando precisamente una avería mecánica en la última vuelta.
Desde hace años en el mundo del ciclismo se viene sospechando que se han cometido fraudes por la adaptación de motores a las bicicletas durante la competición, pero hasta ahora no se ha detectado ninguno en los controles tecnológicos.
