Columna de Aldo Schiappacasse: ¿Habrá pensado Roger Daltrey en Alexis Sánchez?

Ahora que The Who se presentó en el Monumental (dejando la cancha en no se sabe qué condiciones para el partido de la selección contra Ecuador) vale la pena contar la historia de fanatismo de su vocalista, Roger Daltrey.

A comienzos de los 60 era un desapasionado hincha del Queens Park Rangers. "No hacía nada especial. Iba cada sábado al estadio y me paraba a ver el partido. Ni siquiera recuerdo haber gritado algo que no fueran los goles", dijo alguna vez. El poco entusiasmo que tenía se le acabó cuando la banda comenzó a ser conocida, se fueron a Estados Unidos y luchó -como todos los rebeldes de la época- contra la guerra de Vietnam.

Si algo le faltaba para despreciar el fútbol era el fenómeno del hooliganismo. "No podía entender su violencia. Una cosa es estar en contra del sistema y otra muy distinta agarrarte a palos con el resto de la gente. Lo que fuera que significara me disgustaba y terminé por alejarme. Ni siquiera veía fútbol por la tele".

Muchos años más tarde, cuando tuvo que llevar a su hijo a Highbury para un partido de Arsenal, volvió a sentir la emoción por el fútbol. Y, de manera imprevista e insólita, se hizo hincha de los gunners. Desde entonces -cada vez que pudo- fue a ver al cuadro de Arsene Wegner. Cuando se demolió el viejo estadio para irse al Emirates, Roger Daltrey estaba en el círculo central cantando un himno: "Highbury Highs", que escribió especialmente para ese día. "Soné como un loro chillando, pero estuve allí, sintiendo lo mismo que todo el mundo: ojalá este estadio siguiera para siempre".

El equipo de Alexis puede vanagloriarse de ser uno de los más roqueros del mundo. Mick Jagger (Rolling Stones), Ray Davies (The Kinks), John Lydon (Sex Pistols) y David Gilmour con Roger Waters (Pink Floyd) animan una de las tribunas más legendarias del rock apoyando a los gunners, aunque el pobre de Daltrey no tenga nadie con sus colores -o siquiera con interés en el fútbol- en la formación de The Who.

Cantó el viernes y partió a Buenos Aires.  ¿Habrá estado preocupado por la suerte de Alexis frente al Brighton?