La columna de Pelotazo: El damnificado del conflicto ANFP-Sampaoli

El fútbol tiene sus particularidades y el chileno no se queda atrás. Cuando en Sudamérica todos los torneos descansan, en nuestro país ya comenzamos el Torneo de Clausura, la otra mitad de la temporada. Es que somos europeos, que no se nos olvide.

El problema radica en que se quiere ser como ellos, pero del dicho al hecho hay mucho trecho.

Primero hay que entender que en Europa todo, no sólo el fútbol, se mueve de agosto a mayo. Su primavera verano coincide con las vacaciones de los niños en los colegios. En ese momento los futbolistas pueden salir de de viaje con sus hijos ¿En Chile? Es otoño invierno y los jugadores deben adaptarse. Si quieren sol tendrán que arrancar al norte o a otro país. El Sifup manifestó su crítica al respecto: cómo el fútbol puede afectar incluso en la vida familiar. No los escucharon.

Segundo en Europa los torneos de la UEFA están alineados a las ligas. Los campeonatos locales parten en agosto y la Champions League con la Europa League parten en septiembre. Todo termina en mayo. Ordenado. En Sudamérica sólo Chile cambió su calendario, la Conmebol no. Por ende cuando los equipos se pueden reforzar cuanto quieran para tener una buena Copa Libertadores, en nuestro país sólo se pueden contratar tres jugadores.

Alguien dirá "pero comenzamos jugando en enero, por ende, ya estamos en rodaje para abordar el torneo a diferencia de nuestros rivales". A aquel le explico: en las últimas tres Libertadores, de nueve participaciones chilenas, sólo un equipo pasó la fase de grupos. Fue Unión Española en 2014 y quedó fuera con Arsenal en octavos de final. En ese sentido sería en rodaje, pero a la deriva.

Bajo esa premisa para la Copa Sudamericana todo debería ser miel sobre hojuelas, porque los equipos a mediados de año pueden contratar sin límite y vienen jugando el Torneo de Apertura. Revisando los últimos tres años, de 12 participaciones chilenas, la mitad se fue en primera fase, tres en segunda fase y tres en octavos de final.

Acá aparece otro drama. La inhabilitación para jugar dos torneos Conmebol en un mismo año. Si jugaste Libertadores no puedes jugar Sudamericana, salvo que hayas ganado la Copa Chile. Eso ha provocado que al segundo torneo vaya el "arroz graneado" de nuestro fútbol, con equipos clasificados que ni siquiera terminaron entre los diez mejores de un torneo.

El conflicto que tiene actualmente la ANFP con Jorge Sampaoli se ha llevado toda la atención y ello claramente tiene un damnificado: el torneo nacional. Es urgente revisar los reglamentos, leerlos artículo por artículo, notar lo que está perjudicando la actividad, volver a votar en el Consejo de Presidentes y esperar que salgamos rápido de este tedio: un campeonato corto, aburrido y con estadios casi vacíos.