La columna de Toño Prieto: Lo apuntó con el dedo
El comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa analizó al situación que viven Reinaldo Rueda y Claudio Bravo.
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Por José Antonio Prieto, @TPrietoRadio
Toda historia tiene y necesita un final. La de Claudio Bravo con la selección y con Reinaldo Rueda sumó nuevos capítulos en esta semana.
El seleccionado nacional volvió a marcar territorio al referirse públicamente al portero de Manchester City: Dio señales y opiniones muy claras.
"Claudio se equivocó", "no tengo nada que conversar con el" o "tiene que aceptar las condiciones", fueron parte de los mensajes.
La pelota quedó en poder de Bravo y que de sus acciones dependerá su futuro en la Roja
No es habitual y cuesta encontrar en nuestro fútbol lo que Rueda realizó. Apuntó con el dedo nada más y nada menos que al capitán, al de dos Mundiales, títulos y récords.
Hoy los futbolistas suelen ser los que imponen casi todas las condiciones. Si Rueda enfrenta a Bravo, puede hacerlo con cualquiera. Pone los puntos claros en los roles: Los futbolistas están para jugar en la cancha y no para ser entrenadores o dirigentes.
Señal clara, oportuna y directo para un plantel que en varias ocasiones ha sobre pasado su rol. Se aplaude la valentía del colombiano.
Ante la situación, Claudio Bravo rompió su silencio. No había otro camino, dar una señal urgente: "Estoy a disposición si me citan".
Puede parece suficiente, pero no lo es. No es suficiente y no es sencillo. El arquero ha dejado heridas en sus relaciones con el plantel, Rueda y el directorio de Arturo Salah en la ANFP.
El aún capitán de la selección no tiene ningún crédito en el ámbito de las relaciones, y tendrá que hacer otros gestos, tanto públicos como privados.
Bravo dio una señal, pero no es suficiente para firmar la paz.