Con la alegría a tope, el gran artífice de la victoria final de Rusia en la Copa Davis sobre Argentina sostuvo que no podrían desaprovechar la oportunidad de celebrar una nueva corona mundial.
"No podíamos desaprovechar esta ocasión", exclamó el tenista ruso Marat Safin pocos minutos después de ganar el partido decisivo que premió a Rusia con la Copa Davis 2006.
Consultado sobre cómo piensa celebrar la victoria, Safín admitió que "hay una buena razón para emborracharse, más aún que acaba el año", pero el equipo de Rusia es "muy profesional: Davydenko no puede beber y tampoco Tursúnov bebe", dijo.
En declaraciones hechas en español como cortesía para la prensa argentina, Safin elogió a su rival, José Acasuso, quien según él, "jugó un gran partido".
"Le faltó un poco de experiencia. Sacó bastante bien, pero en algunos momentos no le resultó el juego como debería", indicó Safin, quien venció en el quinto punto por 6-3, 3-6, 6-3 y 7-6 (5).
Refiriéndose a la marcha de esta final, Safin recordó que en vísperas del torneo presagió que el marcador final sería de 3-2.
"Hemos cumplido con nuestra misión", dijo.
En opinión de Safin, fue el doble, que él jugó formando pareja con Dmitry Tursúnov contra David Nalbandian y Agustín Calleri, el que "decidió mucho".
"Fue el partido clave y lo más importante es que Tursunov, aunque solo jugó en dobles, fue el protagonista de nuestro éxito, porque jugó su mejor tenis y despejó todas las dudas sobre su capacidad de participar en esta final", remarcó.
También fue un factor favorable para Rusia el hecho que Argentina, al jugar en terreno ajeno, "tuvo más presión".
Personalmente para él, dijo Safin, "ganar la Copa es lo mejor que me ha pasado en los últimos dos años".
"Salí de una lesión muy dura, tan grave que ni siquiera sabía si podría volver a jugar al tenis. Este año ha sido desastroso para mi", confesó.
Poco antes, pudo oír como Safin se quejaba a sus compañeros de que durante el partido tuvo problemas con el tobillo.
"Apenas ando, parece que como si se me caen las rodillas", confesó.
En cuanto al juego, Safin volvió a expresar su descontento por la cancha de carpeta y reconoció que le fue difícil controlar la marcha del partido. El tenista admitió incluso que "de haber perdido el cuarto set, podría fracasar también en el quinto".
Además, "el nerviosismo influyó mucho en el juego, pues esta fue solo la cuarta final en la que participaba Rusia".
"Teníamos muchas ganas que la Copa se quedase en Moscú y no podíamos desaprovechar esta ocasión", remarcó. (EFE)
